Lazos inesperados

Sola

Pasa toda la semana y nadie se acerca a mí, la verdad es que no me importa mucho y tampoco siento la soledad porque siempre estoy en mi mundo con mis libros.

Salgo del aula y me dirijo a la biblioteca para pedir prestado un libro para la tarea de historia, pero me entretengo con otro de anatomía y salgo de allí demasiado tarde así que opto por correr por donde no hay mucha gente para ganar tiempo, sé que allegar recibiré un escarmiento pero no me importa porque aprendí varías cosas nuevas.

Entro a casa – mamá ya llegue!-

Mamá – ¿Dónde estuviste? Te marque varias veces y me mandaba al buzón de voz, estaba a punto de llamar a la directora.

-Mamá, lo siento es que me entretuve en la biblioteca con un libro.-

+ pudiste avisare señorita+

-lo sé, es que solo había entrado a pedir uno de historia para una tarea-

+la próxima vez avísame+

-entendido ¿ya puedo irme a mi cuarto?

+primero almuerza porque conociéndote no comiste nada en todo el día+

Mi mente (como lo supo) – ump, ok pero solo algo ligero no quiero dormirme, necesito hacer algunas cosas-

+de hecho no solo vas a almorzar sino, a cenar también porque son más de las 6:00 pm.+

Como algo muy rápido y subo para hacer la tarea, así podré estar tranquila el sábado y el domingo, cualquiera de mi edad no lo haría lo sé pero yo no tengo nada más que hacer aparte de estudiar, leer, comer, escuchar música y dormir. Lo que más consumen son los amigos y como no tengo pues me dedico a terminar todas las tares antes de tiempo.

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Al día siguiente me levanto y por la intensidad del sol presiento que es demasiado tarde, observo el reloj y lo confirmo, son las 12:00 del mediodía, así que me levanto rápido y romo una ducha para bajar a desayunar.

Busco a mi mamá por toda la casa, pero no la encuentro, de seguro se fue a trabajar, lo mismo con mi papá. Limpio todo y subo a mi habitación para poder leer. Me paso de esa forma todo el fin de semana.

El lunes por la mañana tengo demasiado sueño ya que me que hasta las cuatro de la madrugada leyendo. Me las arreglo como puedo para mantenerme despierta y cuando estoy dispuesta a salir alguien se acerca y me habla.

X: hola, soy Ava siento no haberme presentado antes.

-hola, soy Amber, no te preocupes eres la única que me ha saludado hasta ahora.

Ava: si bueno, quería pedirte un favor. En clase de arte yo no soy muy buena y tú tocas muy bien la flauta...me preguntaba s podrías ayudarme.

-sí, no hay problema puedes pasar a mi casa en la tarde si gustas-

Ava: perfecto, podemos hacer la tarea de biología también *sonríe*

-Pues me viene bien *sonrío*

Ava: te veo allá entonces.

-ok.

Ava: ¿me das tu dirección?

-sí, toma *le alcanzo un papel con la dirección escrita*

Me levanto y me dirijo a casa a dejar todo lo que puedo listo porque hoy tardaremos con el ensayo y solo avanzaremos biología y yo quiero terminar con la mayor cantidad de actividades que tenga.

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Ava llega y lo primero que hacemos es terminar la tarea de biología, me agrada mucho, hasta ahora me siento muy cómoda a su lado y me encanta más la idea de que también es muy inteligente.

Amber: bien, ya terminamos ahora si tenemos mucho para poder practicar con la flauta.

Ava: bien

*saca su flauta y le enseño lo primero, que saque un sonido limpio sin aire*

*luego de un par de horas ya domina mejor las notas y ya casi no tiene rastros de aire en los sonidos*

Amber: Ava estas muy bien, si seguimos así lo tocaras perfecto para los solos que tomará el profesor.

Ava: ¿tú crees?

Amber: sí, confío en ello.

Ava: ¿puedo seguir viniendo a tu casa para que me ayudes?

Amber: seguro, no hay problema.

Ava: gracias, bueno yo creo que ya me voy.

Amber: está bien, te acompaño.