Poder decir adiós, es crecer

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Aquello, sería lo más difícil que haría en lo que llevaba de vida. Pero sabía que era necesario, era lo mejor para ambos, especialmente para él, para crecer como persona.

—¡Clark! Mira lo que preparé para ambos —sonrió enseñándole una bandeja que había sacado del horno—. Sí, sé que se me quemó en algunas partecitas, pero ya lo probé y sabe genial.

—Lola, debemos hablar.

—¿De qué?

—¿Quieres dejar la bandeja en la cocina y venir a la sala?

Ella asintió con la cabeza, e hizo lo que él le había pedido, siguiéndolo a la sala. Clark respiró profundo, buscando valor.

—Lola... Siento que ya es momento de que cada uno tome su camino.

—No, Clark-

—Escúchame primero —pidió en un tono bajo—. Lola necesito hacer esto por mí, necesito encontrar mi lugar, ser alguien, hacer algo más que ser tu sombra. Cuando tú te canses de mi ¿Qué se supone que haga? Y por más que me duela, anoche comprobé que sin mi, tú también estarás bien... Ni siquiera sé si superaste a Emilio, o porqué se separaron.

—¿Te vas? ¿Eso me estás diciendo? —le preguntó al borde de las lágrimas—. ¿Por qué me dejas? Dijiste que te quedarías conmigo.

—Porque me estás lastimando, Lola —reconoció afligido—. ¿Cómo puede ser que no lo veas? ¿O es qué no quieres darte cuenta? Estoy enamorado de ti. Sólo pienso en ti, maldita sea, mi vida sólo gira entorno a ti, eres el único motivo que tengo, y... Y no puedo seguir así, si no hago algo, terminaré siendo un tipo miserable, enamorado de una mujer que ni siquiera lo registra.

—Eso no es verdad —sollozó—. Pero no puedo, Clark, no puedo.

—Lo sé, lo sé morenita. Es por eso que me iré por un tiempo, sé que nos hará bien a los dos.

—No te vayas, por favor —le pidió acercándose a él, llorando—. Por favor no te vayas, Clark. Yo te necesito conmigo, que me acompañes, que me ayudes, no me dejes.

—Lola, no me lo hagas más difícil.

—No me dejes —lloró abrazándose a él—. Si estás a mi lado, no necesito dañarme.

—Lola, nena-

—Ellos me violaron —confesó temblando—. Eran mis compañeros de clases, estábamos en una fiesta con Carmen, y ella se fue antes. Yo debí hacer lo mismo, pero quise quedarme un poco más, quería divertirme, y...

Su voz se cortó, sintiendo que se ahogaría con su propio llanto y el nudo en su garganta.

—Lola, tranquila, respira, tranquila.

—M-Me dijeron que era una puta, les pedí que se detuvieran, y n-no lo hicieron, s-se turnaron —le contó en un tono histérico, apretando sus dedos en la camisa de él.

—Tranquila, respira.

—L-Lo hicieron de a dos, a-a veces tres, y...

Se alejó de Clark, y se fue corriendo a la cocina, vomitando en el cesto de la basura.

—Tranquila amor —pronunció con pesar, intentando ocultar la rabia que sentía.

Lola se sentó en el suelo, y se abrazó las piernas, llorando. Clark se sentó a su lado, y la abrazó, acariciando su espalda, besando su cabeza.

—Estoy contigo ¿De acuerdo? Juntos superaremos esto —le dijo abrazándola.

No, no seguiría el consejo de Andrew. Lola no era Ángela, Lola no tenía un hermano quién la apoyara... Lola no tenía a nadie más que él.

...

Mi novio es un botDonde viven las historias. Descúbrelo ahora