La Mortífera Rose (Completa)

Capítulo 22

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"De acuerdo, ven al vestidor en la sala de reuniones. Te veremos en unos minutos". Luego ella colgó.

"¿Crees que es gracioso? ¿Entonces dime por qué tuviste esa reacción a mi uniforme?" Él se burló de mí. Sabiendo lo que me haría a mí recordarlo con su uniforme.

Gruñéndole, lo abracé y empuje de nuevo a la cama y le di un beso devastador. "Te amo tanto Dimitri, y estoy muy agradecida de que seas mío".

"Nací para ser tuyo Roza".

"Y yo fui hecha para ti". Nuevamente compartimos otro beso abrasador de esos que se graban en el alma.

"Creo que deberíamos irnos, antes de que Lissa envíe un escuadrón de guardianes detrás de nosotros". Me reí y él se rió conmigo.

Salimos de nuestra habitación y fuimos a encontrarnos con Lissa y Chris en el vestidor de la sala de reuniones. Una vez allí abracé a Lissa antes de comenzar nuestro arduo viaje de preparación para la coronación.

"Ok, primero lo primero, todos vamos a darnos un masaje, que nos ayudará a eliminar la tensión y aliviar el estrés".

"Uh Liss, no voy a permitir que otro hombre que no sea Dimitri toque mi cuerpo, lo siento".

Ella hizo un puchero, "bien puedes tener una masajista y Dimitri puede utilizar un masajista, hombre claro esta".

"Eso es mejor porque voy a herir seriamente a cualquier mujer que no pertenezca a nuestra familia y que ponga un dedo sobre él".

"Haré lo mismo con cualquier hombre que piense en ti de esa manera milaya, por la eternidad".

Le sonreí, y coloque un brazo alrededor de su cuello y la otra mano sobre su corazón. "Eso es exactamente lo que se supone que debes decir mi amor".

"De acuerdo los chicos con masajistas hombres y nosotras con masajistas mujeres entonces, todos vamos a cambiarnos". Lissa dijo.

Después de que todos estábamos listos y con bata, una masajista moroi se acercó a Dimitri y le puso la mano en el brazo. Pasó la mano por su brazo y le dijo: "¿hay algo que pueda hacer por ti?"

Al acercarme, la agarré por su cabello y la giré para mirarme, saqué la daga que siempre tenía atada a mi pierna, la puse en su garganta y dije. "¿Quieres seguir respirando?" Hizo su mejor esfuerzo para asentir con la cabeza, "entonces sugiero que alejes tu insípida presencia de enfrente de mi esposo.

No seré lo suficientemente amable como para advertírtelo por segunda vez. Si vuelve a ocurrir estarás muerta, ¿entiendes lo que te estoy diciendo? "Nuevamente ella asintió.

Una vez que la solté, ella retrocedió unos pasos antes de decir: "estúpida pequeña dhampir, no puedes tratar a un moroi así. Presentare cargos y nunca serás una guardiana, puta".

Antes de que alguien pudiera moverse, usé mi daga y le corté la mejilla derecha. Y no me refiero a un pequeño mote, era largo y profundo para que siempre llevara una cicatriz. La sangre le corría por la cara y el cuello hacia abajo en sus tetas falsas.