La Mortífera Rose (Completa)

Capítulo 11

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(RPOV)

"Hey Camarada ¿Ya decidiste a dónde enviarás a Kirova?" Le pregunté a mi amor cuando íbamos de camino a la oficina de Alberta.

"Sí, lo hice esta mañana. Me decidí por Perú". Y podría decir que él era sincero.

"¿Por qué Perú querido?"

"Porque quiero que todos y cada uno de los que alguna vez te han lastimado de cualquier manera, estén tan lejos de ti como sea posible. Y recién empiezo con Kirova".

"Ok amor, si eso es lo que quieres entonces eso es lo que se hará, eres el rey después de todo. Díselo a Al antes de que comience la reunión y ella se encargará de todo".

Al decir esto me gané una sonrisa torcida, que solo hacía que su rostro se viera como un niño pequeño que pensaba que Santa era real, por Vlad, cómo amo a este hombre.

"Oye, escuché eso".

"¿Qué cosa mi amor?" Realmente no sabía de lo que estaba hablando.

Lo que pensaste, "Por Vlad, cuánto amo a este hombre".

"Eso significa que nuestro vínculo se está fortaleciendo, puedes escuchar mis pensamientos sin que yo inicie la conversación. Oh, eso puede no ser tan bueno todavía, con eso de que quieres esperar hasta el sábado".

"Ja ja ja muy graciosa, tú y yo sabemos que no vamos a esperar hasta el sábado".

Sabía que no iba a obtener más información de él, así que siendo yo sólo le saqué la lengua. Luego, Dimitri me proyectó una imagen de nosotros, de pie y desnudos en algún lugar y el lamiendo todo mi cuerpo.

Gemí y todos se volvieron para mirarme con curiosidad, a excepción de Dimitri, por supuesto, que solo tenía una sonrisa arrogante en su rostro.

Así que para desquitarme, proyecte una imagen de nosotros en el mismo lugar conmigo de rodillas frente a él con su miembro en mi boca. Lo que me valió un gemido aún más fuerte de Dimitri.

Todos nos miraban tratando de descubrir qué estaba pasando. Entonces le dije a Dimitri donde todos podían escuchar, "eso es lo que obtienes por estarme imaginando como lo que hiciste".

Tomándome en sus brazos, me dijo, "oh cariño, esa no era mi imaginación, era una PROMESA".

"Bueno, entonces tal vez la mía también lo era". Le dije con voz muy seductora.

"Uh... no creo que siquiera quiera saber lo que ustedes dos estaban haciendo en sus cabezas, Nope! definitivamente no quiero saber". Liss nos dijo con un escalofrío.

mientras yo me reía de la expresión de su rostro.

Cogí la mano de Dimitri mientras seguíamos nuestro camino hacia la oficina de Al. Me incliné hacia el lado de Dimitri, él soltó mi mano y envolvió su brazo firmemente alrededor de mi cintura acercándome lo más posible sin que él tuviera que cargarme. Al ser yo, abrí la puerta de la oficina de Alberta sin siquiera molestarme en llamar.