09 - Promesa

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。o♡o。

JiMin y YoonGi poco a poco caían en algo tal sublime como el amor. Siendo partícipes de sentimientos llenos de pureza, sin dobles intenciones, puesto que JiMin tenía un cuerpo marcado, con curvas y bien formado gracias al ejercicio, eso no era lo que deseaba YoonGi. Él simplemente quería la calidez de su mano contra la suya, que entre suspiros acompañados de besos, expresen la inocencia de sus sentimientos.

Las semanas pasaban rápido, al igual que los días en donde JiMin acompañaba a YoonGi toda la noche, donde casi no hablaba, su presencia ayudaba más en esas situaciones, pues lentamente se adentraba en el arte de la música, carrera por el cual se apasionaba el pálido. Y en otras tantas ocasiones YoonGi acompaña al menor a sus prácticas de baile, debía confesar que JiMin era verdaderamente bueno, sabía lo que hacía, por lo tanto tenía confianza y seguridad en cada paso que realizaba.

Al final de todo, se había convertido en una rutina, una agradable y sosegada rutina.

Atesoraban cada pequeño momento que pasaban con el contrario, pues ahora JiMin sufría  de estrés. La presentación de danza contemporánea estaba a días de realizarse, evento que lo consumía por completo. Casi no salía del salón de prácticas, solamente para hacer una comida diaria, ir al sanitario y finalmente para dormir. YoonGi sabía que si los guardias no lo sacaban al anochecer, probablemente seguiría practicando.

Hoy era uno de esos días, días en donde el pálido obligaba a JiMin a comer por lo menos tres veces al día y tener descanso. La situación lo preocupaba demasiado, al llegar al salón, encontraba a JiMin muchas veces en el suelo llorando, a causa de que algún paso no le salía, sino, sentado tomando agua, con una fina capa de sudor en su cuerpo, perlándola, y logrando que algunas hebras de su cabello se pegaran a su frente.

El pálido le demandó volver a su hogar. Cuando el menor finalmente cedió, se encontraban de camino hacia su pequeño pero cómodo departamento. Sus pies estaban salvaguardados por la alfombra que cubría todo el suelo del pequeño hogar, brindándoles un entorno acogedor.

Yoonie, no te vayas—pidió con voz trémula.

El mayor solamente se limitó a asentir, sintiendo así, como JiMin lo abrazaba, demandado así caricias. YoonGi lentamente acarició su rubia melena, logrando escuchar pequeños ronroneos de parte de JiMin, como si de un minino se tratase.

El resto del día, lo pasaron recostados en el sillón. JiMin encima de YoonGi recibiendo caricias, mientras tarareaba muy quedito, tanto que solamente podían escucharlo ellos dos. Eso era suficiente, no hacía falta más, con su mutua presencia podían causar estragos en el contrario, podían acelerar su corazón con solo una pequeña palabra.

Yoonie—susurró observando lejos las luces de la ciudad, el cielo estrellado era un espectáculo para ambos. Con levantar la vista intuían la inmensidad de los cosmos.

Dime—respondió casi inaudible.

Promete que iras a verme—murmuró sintiéndose plenamente feliz, del nuevo calor posicionado en su pecho, uno que atravesaba su alma para llegar a lo más profundo de su corazón.—prométemelo—susurró, como si fuera un secreto.

Te lo prometo.
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No soy muy buena para escribir cosas cursis :(
Quiero hacer drama!!!! >:c

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