Capítulo Dos

909 76 1
                                    

Bradley se acercó a nuestra mesa y se sentó a tu lado, charlaban temas triviales pero podia notar tu incomodidad, se alejó y gracias a dios que se fue de la cafeteria.

Los meses fueron pasando y nos veiamos seguido tanto grupal como solo tu y yo, me armé de valor y te invité a una cita, no pensaba que aceptarias más que felíz asi que entré en pánico cuando aceptaste, no creí que llegaria lejos asi que cuando llegue a mi casa comencé a pensar a que lugar llevarte sin que sea la típica salida al cine o al lago, no tenia muchas opciones ya que era una ciudad pequeña asi que luego de sobre calentar mi cabeza decidí llevarte al parque a pasear en bicicleta, no era una salida elegante o como para decir "Wow que caro, cuidado te quedas pobre por invertir tanto" pero tampoco era muy horrible ese plan... al menos no me lo dijiste.

El día de la cita me di cuenta que no sabias manejar bicicleta pero le pediste a tu hermana la suya y me pareció tierno verte en aquella bicicleta ropa con blanco y un par de rueditas a los lados, hicimos una carrera pedido por ti y aun que hubiera dado todo de mi por ganar yo dejé que tu lo hicieras pero tampoco lo hice tan evidente porque puede que te hubieras dado cuenta de que te hice ganar, me enamoré de tus gestos al celebrar y gritar que me habias ganado por un poco de distancia, creeme cariño que si antes apenas sabia que me atraias en ese momento me enamoré de ti.

Nos acostamos en el pasto para observar el cielo teñido de colores cálidos dando un atardecer hermoso, me contabas que cuando eras niña creias que el cielo te mandaba señales de lo que pasaria y te lo decia en las formas de nubes que este tenia. Manejamos las bicicletas hasta que te dejé en tu casa, sana y salva, volviste a besar mi mejilla como despedida e ingresaste, definitivamente invitarte a salir valia la pena, obtener tus besos en mi mejilla hacia que valiera la pena.

El verano llegó, ahora con 17 años te invite a la playa un día de semana (ya que estaba medio vacio) las grandes olas te asustaron asi que ofrecí ir al lago, accediste con una sonrisa, todo el camino ibas disculpandote porque cambiamos de lugar de cita y te dije que no habia problemas ya que al final de cuentas laa citas tienen que ser agradables para ambas personas, el lago tenia a algunos infantes nadando de esquina a esquina mienrras competian entre ellos al quien era el mejor. Te quitaste la ropa e hice que no te veia, pero tus ojos guiaron a los mios a mirarte, tenias las mejillas sonrojadas y te cubriste un poco, guiré avergonzadamente para quitar mi ropa tambien, quedamos en traje de baño y con vergüenza notoria en las mejillas ingresamos poco a poco.

Recuerdo el sol queria ocultarse detras de las grandes montañas asi que salimos del agua con casi nadie de gente, solo algunos niños que se ponian ropa y se iban en compañia de sus padres.

- ¿Quieres quedarte a ver el atardecer? - Te pregunté y tu asentiste

- No me gustaria nada más que eso - Me respondiste con una encantadora sonrisa, o tal vez yo era quien veia encantador todo lo que hacias y todo lo que venia de ti.

Unos minutos más, acostados en el borde de la laguna con las toallas debajo de nuestros cuerpos; veiamos el atardecer, juré ver que el cielo era igual a tus mejillas sonrojadas, con tus pequeñas pecas casi invisibles.

- Esa parte del cielo me recuerdan a tus mejillas ... sonrojadas - Murmuré lo último con miedo a que te enfadaras

- ¿Sonrojadas? Yo nunca me he sonrojado - Reiste y giré a verte

- Siempre lo haces... o al menos cuando te digo algo... ya sabes, algo que te avergüenza - Giraste a verme con las mejillas levemente sonrojadas o tal era un reflejo del atardecer - Cómo ahora, luces hermosa - Te dije sin pensar lo que diria acercandome un poco más a ti, me incliné hacia delante quedando muy cerca de tu rostro. Nos besamos.

Nuestro primer beso era perfecto ante mis ojos, no tenia otras intenciones de subir el tono de aquel inocente beso y temia malograr el momento. Las opciones eran:

• Cómo estabamos en arena temia acariciar tu rostro y que la arena irritara tus hermosos ojos

• Temia que mis brazos me fallaran y me callera encima tuyo o fuera de la toalla, o incluso levantar arena y arruinar tu cabello

• Temia que tu no te sintieras lista y yo te estaba obligando a besarme, créeme que lo pensé

Nuestros labios se mantenian unidos pero sin moverse por unos segundos que parecieron minutos, o minutos que pasaban rápidamente, la inexperencia se habia notado en ese beso; pero me gustó, pareciamos un par de niños dando su primer beso y no querian arruinarlo.

Nos alejamos con un par de grandes sonrisas

- Yo... - Fue lo único que pude hablar

- Me gustó - Dijiste con voz suave

- A mi tambien me gustó - Te dije con una sonrisa - Me gustaria volver a repetirlo... si usted desea, señorita

- Tiene que danarselo - Saliste corriendo lo más rápido que pudiste y yo esperé unos segundos para perseguir tus huellas, al llegar a ti te acorrale a un árbol no muy lejano y me acerqué a tus labios para volver a besarte, este duró un poco más, lo sentí en lo más profundo de mi y seguimos besándonos por un tiempo más hasta que el cielo se volvió oscuro por la noche, estaba despejado y apreciamos las estrellas con la luna quien lucia hermosa ese día tán especial e importante para mi, puedo jurar que tambien era el tuyo pero jamás me lo dijiste

Amor a la antigua [Sabrina Carpenter & Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora