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Si Seitarou o Yamato le hubieran cuestionado, él no admitiría que estaba aburrido y que extrañaba los tantos chats en los que había sido agregado.

Y Hajime sabía que no era el único así: apostaba cualquier mierda a que los supervisores del 03, 04 y 05 estaban de igual forma. No es en absoluto agradable el dejar de tener comunicación con los contactos que tenía por más de un año. Y eso que solo llevaban tres días así.

Mira los papeles que tiene en su escritorio. Si bien, no es mucho ni complicado el trabajo, no tenía prisa, y tampoco quería acabarlo, de lo contrario, volvería a caer en cuenta del silencio, el aburrimiento y el desánimo de sus compañeros.

Les miró de reojo. El de cabellos negros se preparaba para salir y llevar a los reclusos del ala a realizar ejercicio, y Seitarou tecleaba en su computador, concentrándose en su trabajo.

Sí, eso debían hacer.

Concentrarse en el trabajo y no estar sufriendo por unos tontos teléfonos distractores. Era estúpido sufrir por eso, es más, se lo merecían por perder tanto el tiempo entre ellos, y no compensaban nada las risas que se hecho, los momentos de completa seriedad y apoyo, la comprensión... no, no no no, no compensaba.

No lo hacía.

Bueno, sí lo hacía y no.

Lo distrajo de su trabajo, pero al final lo logró cumplir, con algo de retraso... ¡por haber sido distraído!
Le trajo problemas como aquella vez que al recluso 15 lo habían secuestrado y él tuvo que preocuparse y apoyar en el rescate. Fue arriesgado, y habían traido a un nuevo idiota al grupo.
O aquella Navidad que pasaron juntos y se volvieron a arriesgar a ser descubiertos con los reclusos y el alcohol hasta los huesos. Fue irresponsable el haber celebrado la primera navidad del recluso 99 y el divertirse con él, su pretendiente, el idiota nuevo y todos en general.
Y el San Valentín, había gastado su dinero y tiempo para poder dar un regalo a uno de los reclusos, todos lo habían hecho y... nunca fue por compromiso. Lo habían hecho por estúpidos y para ver a su Valentín contento, o bueno, poder entregarle algo al Valentín sin que se sintiera forzado o incómodo.

Tantos momentos preciados que fueron una gran distracción demasiado arriesgada por su trabajo.

Era mejor.

Era mejor ese ambiente silencioso y aburrido y monótono que habitaba en las oficinas y celdas.

Era mejor.

Era mejor que Hajime dejara de intentar patéticamente creer que aquello era mejor, porque por un pequeño lado, lo era. Pero no era suficientemente bueno.

Alza su mirada al escuchar el megáfono encenderse y presentar cierta estática antes de que desapareciera y-

- ¡SEI-SEI! -se escucha la escandalosa voz del locutor más ruidoso de Nanba.- ¡en hora buena, un pajarillo te ha venido a dejar algo en mi cabina~! ¡más te vale que no sean drogas o te las quito~! -canturrea para luego apagar el micrófono.

- creo que a Gokuu no le gustaría escuchar ese anuncio. -rié suavemente el de cabellos celestes mientras se ponía de pie.

Hajime y Yamato ríen por su comentario. Nunca se hubieran imaginado a Seitarou diciendo eso, pero agradecían que fuera lo más suave que se le había quedado. El mayor mira como Seitarou se retira de la oficina y vuelve a su papeleo. Su lento papeleo.

~●~

- mono. -gruñe mientras se sienta a su lado.

- gorila. -le responde con cierta molestia, sin siquiera volver a verle.

¡Idiotas Con Números y Celulares!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora