Lexa Woods decide estudiar en la Academia Militar de New york, pero todo cambia cuando en su país se desata una guerra entre los ciudadanos y las autoridades militares. Clarke Griffin lider de un grupo de resistencia, dispuesta a luchar y liberar a...
Estacioné mi auto para bajarnos a tomar un café y conversar un poco, abrí la puerta del copiloto y extendí mi mano para que Clarke se bajara. Entrelazamos nuestras manos y entramos a nuestro lugar, la cafetería que se nos había hecho costumbre visitar, por la hora no había mucha gente así que el local estaba un tanto vacío, comencé a caminar hacia la mesa donde la rubia siempre solía sentarse pero ella me detuvo "no, tendremos nuestra mesa... sólo de ambas" sonreí ante las palabras de Clarke y escogimos una mesa acogedora que estaba al lado de un ventanal que tenía una hermosa vista, por la hora no habían camareros para tomar la orden así que había que ir hasta la caja y pedir así que fui yo.
Hice mi orden mientras el señor hacia la factura volteé a ver a Clarke quien estaba hablando por teléfono con alguien y se notaba algo molesta, me entregaron mi pedido y fui hasta la mesa.
- ¿Todo bien? pregunté tomando su mano encima de la mesa
- Si... no te preocupes
- Clarke, sabes que puedes confiar en mi. Vinimos aquí para hablar, ¿no? dije con una pequeña sonrisa haciéndola sentir en calma
- Era Niylah, su mirada se puso triste ya no estaba como hace unos cuantos minutos. Apreté su mano más fuerte para que sintiera que podía seguir hablando sobre el tema
- Bueno, como sabrás ella se fue de viaje con su madre... la directora de mi universidad. Mis ojos se abrieron completamente, ya sabía por donde venían los tiros. Cuando le conté a mis padres sobre mi gusto por las chicas quisieron emparejarme con alguien de mi "altura" y bueno... quien mejor que la hija de la directora
- ¿La quieres? interrumpí
- No... yo no podría querer a alguien que lo único que hace es chantajearme y poniéndome amenazas como una psicopata
- Espera, ¿amenazas? ¿qué tipo de amenazas Clarke? dije clavando mi mirada en la de ella podría asegurar que mi vena en la frente se había marcado
- Ella es capaz de hacer cualquier cosa, hasta destruir mi carrera o darle una información falsa a mi familia...
- Clarke, te prometo que no dejaré que eso pase... si tú decides seguir conmigo, haré hasta lo imposible para que nada de eso suceda
- Ella es peligrosa Lex... no quiero que te pase algo, suspiró. Su padre tiene negocios sucios y tiene a muchos empleados que son capaces de cualquier cosa y más si la hijita de su jefe se lo pide
- A ver, ¿por mi no tienes que preocuparte vale? Esos sujetos no me dan miedo, soy muy buena peleando dije bromeando logrando que la rubia se riera
- Lex... ¿qué pasó ese día? tenias golpes por todos lados
- Pues... alce mi taza para beber un poco de café. Mi historia se parece un poco a la tuya, alguien tiene una información que me pertenece y para poder tenerla tenía que cumplir sus caprichos y sacear sus deseos sexuales... claramente no accedí y busque la información a la fuerza pero me descubrió en su oficina y fui llevada hasta un pantano donde descargó su rabia conmigo, a golpes.
- Lexa... que me estás contando. Tomó mi mano y le entrelazó con la de ella haciéndome cariños con su pulgar. ¿Que cosa era tan importante que te arriesgaste de esa manera?
- Mi hermano y mi madre, respondí viendo por el ventanal que tenía a mi derecha, esbocé una pequeña sonrisa recordando lo grande que estaba Izan
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