Capítulo 12

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Había sobrevivido a una semana de interminables preguntas por parte de Kris y Noah, quienes aún parecían no comprender bien el lío con Ross.

También había soportado y sobrevivido a una serie de rumores, miradas llenas de envidia y algunas de rabia, por parte de muchas chicas.

Me preguntaba si en realidad salir con un chico como Ross Lynch, traía tantos efectos en el resto de las personas.

Caminé hasta mi casillero, sintiendo de repente como mi brazo era tomado con fuerza por alguien.

Me di la vuelta, algo agitada y miré de quien se trataba.

Vaya, vaya, así que ahora Daniel Stewart quería hablar conmigo.

Eso significaba que de cierta forma, el plan estaba resultando.

Sonreí y festejé para mis adentros, mientras que me encargaba de mantener una cara de pocos amigos, mostrándome enojada y seria.

Alcé una ceja y suspiré al verlo.

-Brooke, había estado buscando el momento perfecto para hablarte.

Me dijo, algo preocupado.

-¿Qué es lo que quieres, Daniel?

Pregunté, mostrando fastidio.

Me voltee, para abrir mi casillero y evitar el contacto visual con él.

-Te lo acabo de decir, necesitaba hablar contigo, y apenas encuentro el momento perfecto.

En cuestión de segundos, apareció el rubio, como si se hubiera encargado de atender al llamado de una chica en problemas.

Es decir, me estaba facilitando el tener que cruzar palabra con Daniel, pero en realidad, si quería hablar con él.

-Lástima campeón, este tampoco es un buen momento.

Ross me rodeó por la cintura mientras me mantenía aún volteada, y besó mi mejilla.

Sonreí ligeramente, no precisamente porque estuviera actuando, sino porque el beso de Ross había sido muy incómodo, casi en el lóbulo de mi oreja.

-¿Quieres dejarnos a solas?- Habló Daniel, molesto.

Ross rió y cerré de un portazo mi casillero, llamando la atención de ambos para que no ocurriera nada trágico.

-No necesitas hablar de nada con mi novia, Stewart, ¿por qué no te largas mejor?

Kris se acercó de repente, mientras caminaba a su casillero pero siendo atraída por la situación.

-¿Por qué no cierras la boca mejor, Ross? ¿Tu novia? ¿Desde cuando ustedes se agradan?

Puse los ojos en blanco.

-Eso es cosa que no te importa, Daniel, déjame en paz.

Respondí.

Ross se cruzó de brazos y miró a Daniel, como si hubiera triunfado.

-Ahora resulta que sales con este idiota, cuando toda tu vida lo has odiado.

Daniel soltó una ligera carcajada.

Antes de que siguiera hablando, decidí tomar cartas en el asunto.

Y probablemente después me iba a arrepentir, pero ahora me servía para darle una lección.

Tomé del cuello a Ross atrayéndolo hacia mi rostro, deprisa y sin dudar en hacerlo.

Coloqué mis labios sobre los suyos suavemente, dejando un corto beso en su boca.

Ross me correspondió el beso algunos segundos, pero sin que nuestras lenguas entraran en acción.

No Te Enamores // Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora