Amor ciego

Arc 3 - Emociones y sentimientos

"Me extraña que no haya venido, es decir, puedo comprender que no fuera un día o dos, pero cinco? ¿Crees que ella me esta engañando? No quiero darme más falsas esperanzas," comento Yuto con un tono de molestia, pero Yuya podía oir la tristeza en sus cada palabra. Torció los labios, odiaba verlo triste, por lo que solo puso una mano sobre la del pelinegro.

"Ella te lo prometio," trato de animarlo. Desde la cuna sabía que las personas debían prometer hacer cosas que podían hacer y nunca romperlas hasta cumplirlas. Yuto volteo su cabeza a su dirección, apretando ligeramente su mano antes de soltarla.

"Lo sé, pero sus palabras me parecieron vacias, por primera vez creo que me mintio" contesto a cambio desanimado. Se preguntaba si era por su condición actual o por algo más? No, Ruri había estado asi antes del accidente y ahora había empeorado. Apreto los puños ¿como no pudo verlo? Yuri se lo había dicho desde hace un tirmpo y el nunca le había escuchado.

Yuya puso una mano en su hombro sacando a Yuto de sus pensamiento. Si el pelinegro pudiera verlo, veria la preocupación en los ojos carmesies del pelirojo "Yuto, no me gusta meterme en esto, pero si crees que pueda hacer algo para que te sientas mejor" trato de pensar en algo para animarlo y noto un par de libros en la estanteria.

"No sé que podrias hacer" contesto a cambio. Recostandose en las almuhadas. Yuya hizo un puchero, cualquiera que sea el estado de Yuto, no se iba a rendir facilmente hasta sacarle una sonrisa al pelinegro.

"Umm... te hare algunos bollos de pavo," respondio sugeriente. Hanako fue muy amable de darle la reseta de la comida favorita del pelinegro. Sonrío satisfecho cuando el bicolor violeta volteo su cabeza en su dirección. Parecia divertido.

"Si sigues asi terminaras engordandome ¿sabes?" bromeo. Hasta ahora tuvo que tener ayuda de sus mayordomos para caminar por la casa y estirar un poco las piernas para no quedarse en la cama todo el día, pero con Yuya alimentandolo, no dudaria que engordaria en ese mes.

"Lo siento, tratare de no hacerte tanta comida entonces" contesto desviando la mirada apenado. Yuto ladeo de inmediato con la cabeza y tomo una mano del pelirojo haciendolo sonrojar.

"Era una broma, me encanta tu comida" le sonrio. Yuya se sonrojo por el cumplido. Muchos se lo decian, especialmente Yugo, pero que Yuto se lo dijera le alegraba mucho. Tal vez era por el hecho por que estaba enamorado del pelinegro.

"Uh, gracias." contesto a cambio antes de mirar un libro en su bolso, la portada era de un chico sosteniendo un lirio violeta, "Sabes, Yuzu me ha dado la copia de un libro que compro hace un mes, no he tenido tiempo de leerlo todavia sin embargo, ahora que estamos aqui, puedo leerlo"

Yuto no pudo evitar estar intrigado por ello y asintio con la cabeza, sonriendole suavemente "Me gustaria" contesto, Yuya conteto miro el libro y empezo a leer.

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Yugo abrio su casillero y agarro sus ropas. Su cabello estaba mojado dando a entender que no hace mucho se había bañado. No hace mucho salio de la practica. Yuri entro a los vestidores y abriendo su casillero, pero se quedando viendo al peliazul con un sonrojo cuando este se puso unos pantalones cortos de color azul. "Bonitas piernas fusión" comento en un tono burlon.

El peliazul le dio una mirada fulminante "Al menos no tengo curbas de chica!" contesto señalando el cuerpo del otro, era esbelto y ciertamente tenía curbas. Yuri aparto lamirada con un sonrojo en sus mejillas para desconcierto del peliazul. "Etto, v­-vamos atu casa?" pregunto, maldiciendose por tartamudear. No sabía como lidiar con el oji rosa. Por que las veces que interactuaba con el eran para pelear y discutir.

Yuri lo miro "Por supuesto, ¿o que? ¿Ya no quieres la lasaña y las costillas de cerdo?" pregunto notando la incomodidad del peliazul. Pero pudo notar en pocos segundos que había tocado un punto debil.