Fragmento 4 - Hecatombe

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Estudio cual estratega la mierda entre tu estética de uñas.
Secas. Magulladas.
Irritadas. Hinchadas.
Sangrantes. Inexistentes

Analizo tal que conservador el carmín barato que deplorable aumenta tus labios.
Insolentes. Ostentosos
Agrietados. Mojados
Pegajosos. Fracturados.

Examino como elitista la distorsión realista que trazan tu ojos sobre una raya.
Torcida. Corrida.
Empañada. Borrada.
Desganada. Arrastrada.

Indago así fuera confesor las satánicas señas condenando tu cuello.
Pavorosas. Entumecidas.
Mordidas. Arañadas.
Abultadas. Levantadas.

Escudriño mismo al ajeno los jirones nihilistas mentalizados en enfriar tu cuerpo.
Quemados. Manchados.
Inservibles. Hirientes.
Testigos. Perdidos.

Tanteo siendo manca tu ser bajo mi mirada, revisando minuciosa tu silueta desbordada.
Temblorosa. Escuálida.
Histérica. Pálida.
Flaqueante. Babeante.

Pero no hubo palabras. No hubo juicio. No hubo sentencia.
Todos morimos esa noche.

Tu pureza feneció robaba y torturada.
Su nobleza se extinguió engullando tu fe.
La libertad expiró tras el baile del demonio.
Tu voz pereció eterna posterior a un ''no''.
Mi yo era un destrozo ahora consecuente del peor exponente. Estaba claro; no era un violador y un violado, era mi podrido acto el convicto del pecado.

Cuarto fragmento localizado del poemario.

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ZophiaMenz

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⏰ Última actualización: Jan 28, 2019 ⏰

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