Prologo.

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Siempre había sabido que me sería difícil encontrar una pareja; desde pequeña mi familia, convencidos de que era una omega, me repetían sin cesar que ningún alfa me querría mientras fuera tan protestona y repelente. En mi preadolescencia, cuando empezaron a hacerse palpables mis características de alfa me conciencié de que no era normal que una chica de mis características lo fuera.

Pero no todo es un drama, al no ser competente, no tengo problemas de territorio o falta de omegas en la época de celo. Me dedico a vender café e ir de aquí para allá sola, intentando encontrar alguien con quien poder estar, tarea que como podréis ver no va demasiado bien.

Vivo en Madrid, en un pequeño piso compartido. A mi, como a mucha gente, no me sobra el dinero o tiempo, por lo que no puedo permitirme dedicarle tiempo a mi carrera artística o vida social. Mi única amiga tiene una vida parecida, y aunque hablamos cada bastante tiempo, cuando estoy con ella es como si nada hubiera cambiado desde la última vez que nos vimos.

Hasta que le conocí.

LA HEMBRA ALFA [prueba]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora