Me encuentro ahí, admirando el paisaje que esta frente a mis ojos, los destellos de mi amiga luna me acompañan en este áspero momento, la corteza de los arboles desprende un delicioso aroma a roble, el ruido de los animales penetra mis oídos, el canto de los grillos, el aullido de los lobos, no logro sacar de mi mente ese trágico momento, no puedo parar de llorar y siento como el viento me susurra “tienes que afrontarlo”.Eran alrededor de las 5:30 de la mañana, el agudo sonido de la alarma retumba en mis oídos, me paro de la cama con dirección al vestidor, selecciono el atuendo del día, algo sencillo, pero con estilo, después de escoger la ropa me dirijo al cuarto de baño, me quito el pijama y abro la regadera dejando caer la lluvia artificial en mi cuerpo desnudo y disfruto la ducha de una manera inexplicable. Al salir de la regadera tomo el celular, prendo la pantalla de este y checo la hora 6:45 asegura, termino de arreglarme, con un maquillaje muy simple con el afán de que se vea natural y dejo mi cabello suelto colocando en él, una banda a simulación de una diadema. Al salir de casa lo único que pienso es en no llegar tarde, caminando sin fijarme por ir guardando los libros en la mochila algo o mejor dicho alguien se atraviesa haciendo que todo lo que llevo en las manos salga volando “vaya, lo que me faltaba” digo sin mirar al sujeto que se puso frente a mí, recogiendo lo más rápido que puedo lo que se había caído. -lo, lo siento…-una voz bastante atractiva se hace presente, aunque la ignoro y sigo levantando el desastre que provocó. -déjame ayudarte- el chico reitera. Recuerdo el momento exacto en que mis ojos hicieron contacto con los suyos, los más hermosos, de un color verde esmeralda, seguí observándolo detenidamente, de su cabeza caían los rulos más definidos de tono castaño, un castaño claro, los labios eran de color rosado sin exagerar, los más hidratados, alto y de complexión regular, me sentí la chica más estúpida, todo en mi comenzó a dar vueltas, una parvada revoloteaba hambrienta en mi estómago, en mis mejillas sentía un volcán a punto de hacer erupción, no supe que decirle solo asentí con la cabeza quitándome de la cara un mechón de cabello que me estorbaba -eres jodidamente hermoso- susurré, pero para mi suerte el me escuchó, de su perfecto rostro se dibujó una sonrisa divertida -¿disculpa?- esa voz, esa maldita voz. - ¿lo dije o lo pensé? - agregué, sentía como el calor corría por mi pequeño cuerpo y si antes estaba ardiendo, en ese momento sentía que algo en mi había explotado. -lo dijiste- dice el chico soltando una risita.
-dios mío, qué vergüenza- tapo mi rostro con las manos, y él las toma quitándolas de él dejando ver lo sonrojada que me puso esa situación “tú también eres muy linda” mis ojos se abren como plato al escuchar esas palabras de su boca “lo dices para despistar verdad” rio nerviosa. “no no, enserio eres hermosa” mi corazón latía de una manera tan fuerte que puedo asegurar que hasta el los escuchaba “no esperaba eso, debo admitirlo” confieso.
- ¿y cuál es tu nombre? - la pregunta que tanto ansiaba se hizo presente - Itzel ¿y el tuyo? - respondo cuestionando lo mismo “Iker” si ya estaba interesada, con su nombre me cautivo, Iker es mi nombre masculino favorito y ese Iker se acababa de convertir en mi masculino favorito, después de la pregunta estrechamos las manos y en ese momento supe que el seria alguien especial.
Pasaron los minutos incluso las horas y sin darme cuenta ya había perdido la clase de literatura. Miro el reloj 8:59. -no puede ser ya perdí la primera clase, tengo que irme Iker, fue un placer conocerte, gracias por chocar conmigo- digo divertida, pero con total veracidad.
-el placer fue mío, pero aguarda, pásame tu número telefónico, me encantaría verte de nuevo- suplico.
-claro- Iker me da su celular para anotar mi número y sin pensarlo comienzo a teclear. “aquí tienes” le entrego el aparato.
Besa mi mejilla y cada uno emprende su camino y a lo lejos escucho -espera mi llamada-, sigo la ruta para llegar al colegio, lo bueno que este se encuentra a 3 cuadras de mi casa, apresuro el paso para no llegar tarde a la siguiente clase la cual era matemáticas.
ESTÁS LEYENDO
Una Pequeña Gran Historia De Amor
Storie d'amore"las almas que se encuentran y se reconocen nunca se sueltan: ni con la distancia, ni con el silencio, ni con las vueltas que da la vida". -Anonimo Un cuento que narra la historia de un amor verdadero 🖤