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—En definitiva si no se casan, ¡me mato!— lloriqueó Baekhye.
Rodeé los ojos algo impaciente por llegar al aula de maquinas. Baekhye estuvo insistiendo en que le contara con lujo de detalle lo que había hablado con JungKook. Me ponía nerviosa al recordar las palabras que había dicho ayer por la noche, en parte, se quedó a dormir en mi apartamento— de nuevo—, por lo que amanecí desvelada.
—Exageras de nuevo Baek-unnie— me di la vuelta para verla—. Estoy segura que sólo lo ve como "celos de amiga"— ella me miró incrédula.
—JiJi eres tonta— iba a decir algo pero me detuvo—. Te lo digo para que vayas cayendo en cuenta— me regañó—. ¡Es muy obvio! No sé tú pero el beso que te dio en la frente y el abrazo de oso me dejan dudando.
Lo que iba a decir quedó muerto en mis labios y con un sonrojo repentino sólo le hice un ademán de despedida antes de girarme y caminar tan rápido para llegar a mi aula.
***
—¿Eres Jihye-ssi?— me di la vuelta para ver a Kihyun en frente mío.
—Er sí—pude decir antes de que me tendiera una tuerca.
—Dejaste esto sobre la máquina de presiones— dijo depositando la tuerca sobre la palma de mi mano—. Deberías de poner atención— me sonrió.
—¡Lo siento!— me reí de mi olvido—. No volverá a ocurrir— me fijé como él reía también.
—De acuerdo— asintió antes darse la vuelta e irse.
***
—¿Estás segura que no dejaste nada?— preguntó JungKook mientras sostenía mi mochila ya que estaba buscando algo.
—Sólo estaba buscando...— una voz que provenía a lo lejos del pasillo me interrumpió.
—¡Jihye!— me di la vuelta para encontrarme con Kihyun acercándose a pasos agigantados.
—Kihyun-oppa— dije algo sorprendida.
—¿Oppa?— escuché la voz desconcertada de JungKook.
—Se te olvido esto— me señaló el cuadernillo que estaba buscando.
—¡Gracias Kihyun-oppa!— agarré el cuaderno mientras hacía una pequeña reverencia de agradecimiento.
—No es nada— me sonrió con amabilidad—. Nos vemos— se despidió de los dos dándose la vuelta por donde había venido.
***
—¿Kookie?— pregunté al verlo con las cejas fruncidas, a tal punto que parecía que se unirían—. ¿Te encuentras bien?
—¡Lo estoy!— respondió con una duda tan obvia en su hablar.
