「Conejo Curioso」

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Park Baekhye me miraba curiosa ante la decisión que había optado a escoger. Diría mis desastres amorosos a JungKook, el por qué, bueno en resumidas cuentas era por un proyecto que él tenía en Literatura creativa— o eso me había dicho—, quería inspirarse ya que sería al final del ciclo que entregaría su "libro de desdichas".

—¿Estás loca verdad?— dijo con tanta razón mientras engullía una papa a su boca—. ¿Le dirás todo?— asentí segura—. ¡Vaya! Eres muy condescendiente con él JiJisonrió mi amiga.

—Sabes que él no me abandonaría con física— hice un mohín.

Estaba cursando mi cuarto año de universidad, y para serles sincera ya no soportaba seguir en el lugar. Baekhye estudiaba diseño gráfico mientras que yo ingeniería mecánica— me gustaba armar cosas y la mejor carrera que pude escoger—, claro que se me dificultaba pero eran más mis ganas de seguir que mis conocimientos. Conocimos a JungKook mediante Ahri, la cual estudia comunicaciones— tenían unas materias en común—, él es bastante reconocido por ser el "Shakespeare" de la universidad, es bueno tanto en números como en letras— ya que siempre me ayudaba en matemáticas y física.

—Tienes razón— asintió la castaña removiendo un poco de la bebida que le quedaba—. Es un buen chico.

—¿Lo soy?— se escuchó detrás mía la voz juguetona de él.

—¡Hola Kookie!— le dije al ver como me abrazaba dándome un beso en la mejilla y luego saludaba a Baekhye.

—¿Cómo están?— preguntó sentándose a la par mía.

—Muy bien— sonrió mi amiga—. Hablando de ti y tu entrevista con la chica desastrosa— me señaló.

—¡Ey!— me quejé poniendo mis brazos en jarras—. ¡No lo soy!— hice un puchero.

—¡Claro que lo eres!— atinaron a decir los dos dejándome sin ningún argumento a mi defensa.

—Tal vez un poco— sonreí con algo de complicidad.

—¿Un poco?— JungKook arqueó una ceja mientras dejaba escapar un suspiro—. ¡Eres una destructora! ¡El lapicero que te di la semana pasada cuando estuvimos estudiando fue tortuosamente asesinado por tus manos!— me recordó de aquello.

—Lo siento ¿sí? — musité agarrando mi vaso de limonada y tomando un poquito de la pajilla—. Te di otro cuando en compensación.

—Uno muy bonito por cierto— sacó de su bolsillo el lapicero que le hbía dado el día siguiente al accidente, era celeste pastel con un estampado de conejos rosa.

—Era de mis favoritos— le recordé—. Por lo que deberías de estar muy agradecido por ello.

—Y lo estoy— rió al ver como rodaba los ojos y en un intento de llamar mi atención, rodeó mis hombros con un de sus brazos.

LSADUCD✚ j. jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora