Bajo las escaleras para llegar al parque, mientras me encuentro mal todo me da vueltas.
Bajo y luego cojo una especie de colina cuesta abajo ando unos diez minutos bajo el frío tiempo de noviembre
Me recuesto en mi abrigo que me llega casi hasta los pies. Soy bajita, apenas mido 157 cm, normal que el abrigo me quede tan largo.
Sigo bajando la cuesta para llegar al sitio donde he quedado con Maira, espero que la pobre esté bien sin pasar frío, mi barrio y el suyo no están cerca, es decir, vivimos lejos es encantadora por haber venido hasta aquí.
Y ahí la veo, con su pelo castaño avellana liso, un abrigo parka de color verde oscuro, la cara perfectamente lavada y cuidada, piel clarita, ojos marrones pardos
Saludo a Maira y ella me saluda a mi.
- Hola tía ¿Cómo estás?
- ¿Bien y tú? Gracias por venir
- Nada, si me pillaba de paso ya que iba a la academia
- Gracias eres encantadora.
- Tú también tía. Traigo el libro y el cuaderno.
- Pues vamos a sentarnos.
Andamos un poco hasta un banco que hay cerca y hacemos amago de sentarnos.