Una nublada tarde de noviembre en una habitación de aquella ciudad...
- Berceo escribió los Milagros de nuestra señora, una colección de veinticinco libros en los que se muestra la intervención de la virgen. Los elementos fundamentales son presencia del autor, estructura... ¡Esto es imposible! No me entero de una mierda.- dijo la chica tirando el libro por los aires.
Tumbó la cabeza sobre la mesa de estudio y comenzó a llorar. Esto me está resultando muy difícil, no puedo seguir así, no puedo, no se que hacer, estoy tan triste, pensó. ¡Me agobio!
Llevaba llorando durante las últimas cuatro horas. Intentó estudiar un rato para el examen de mañana pero no se concentraba.. ¿Por qué las relaciones tienen que ser tan difíciles?
Pensaba en su novio y en todo lo que habían vivido, en los mensajes de buenos días, en los secretos que había compartido con él, en las quedadas los sábados para comer macarrones en casa de sus padres, en los besos que se daban en el pasillo del instituto aunque él no estuviera muy contendo de eso siempre mirando para todos lados, en quedarse abrazada a él y sentirse tan afortunada de tenerle, en pensar que en un futuro tendrían un hijo juntos por convicción de la chica...
Sin embargo, ahora, todo eso parecía haber terminado. Ella no quería terminar la relación así, pero él había cortado con ella y se sentía incapaz de hacer nada más que llorar y lamentarse. Al día siguiente tenía un examen de literatura pero era imposible concentrarse.
-¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¡Si es que lo sabía, sabía que iba a cortar conmigo! Todo esto es por mi culpa, es culpa mía. ¿Qué puedo hacer?
De repente sonó el pitido de su smartphone - ¿Será él? ¿Qué hago? Debería mirar pero mejor espero un rato, no sea que piense que estoy desesperada.
Otro pitido.
- ¡Debe ser él! ¿Será que quiere hacer las paces? Quien sabe. Voy a mirar.
Julia cogió el móvil de su cama sorbiendo los mocos. Con los dedos temblando, miró el whatsapp. Para su sorpresa, no era él.
- ¡Oh no, es Maira! ¿Que hostia querrá ahora?
"Hey bonita, que tal llevas el examen?" "Se que estás muy triste por lo de Carlos y no te estarás concentrando, quieres que quedemos para hablar y repaso contigo el examen? Es importante que apruebes este. Mucho ánimo, sabes que te apoyo siempre"
Oh, Maira es un encanto, le agradezco tanto que me apoye en momentos como este, pensó. Pero estaba tan triste que no le apetecía nada salir de su casa aunque necesitaba hablar con alguien, así que pensó que sería buena idea quedar, necesitaba desahogarse.
Además, su amiga es muy lista, seguro que le ayudaba a aprobar el examen. Es de hecho una de las personas más inteligentes que conoce, siempre está leyendo algún libro histórico o algo, estudia ocho horas al día entre semana va a clases de apoyo los fines de semana, tiene un horario con cada asignatura ordenado por colores con apuntes, vamos super organizada y responsable, siempre saca como mínimo un 8,5 su nota media es de 9,25 y se queja la cabrona.
"Estoy fataal tía anda vente un rato a mi casa y hablamos en serio te lo agradecería me encuentro fataaal (carita llorando)"
"Tranquila. Me encantaría quedar, pero mejor en otro sitio, es buena idea que salgas de tu casa para desconectar un poco. ¿Quedamos en el parque"
"Nooo, mejor en mi casa, me siento mas protegida aquí (carita triste)"
"Julia, debes salir, no te va bien estar ahí encerrada. Quedamos en el parque en media hora, estaré sentada en el banco frente al árbol grande. Llevaré el libro de lengua para repasar."
" Nooo en el parque no (carita desesperada)" visto a las 17:04. Tardaron minutos y su amiga no contestaba. Al final tendría que ir al parque, con lo cansada que estaba.
Julia no podía más, se tumbó en su cama, se hizo un rebujo y siguió llorando y sorbiendo mocos durante veinte minutos hasta que al fin recibió otro mensaje.
"Tía, nos vemos en cinco minutos, no te retrases" Julia no estaba ni para salir de la habitación, llevaba su pijama onesie con pinguinos puesto, unas zapatillas de minnie mouse, el pelo en un moño sin lavar de hace una semana, llevaba gafas en vez de lentillas.
Tenía mal aspecto, no había ido al instituto aquel día y llevaba todo el día en su habitación lloriqueando y alternando entre comiendo cookies y chocolate con oreo para consolarse, a pesar de estar ya algo rellenita, con los dulces habría ganado otro kilo por lo menos.
Al pensar en esto se echo a llorar de nuevo. Cinco minutos después, consiguió salir de la cama
rodando (literalmente), fue a su armario y como no quería ni cambiarse, se puso un abrigo negro que le llegaba hasta las rodillas. Cogió un paquete de kleenex, su movil y se dispuso a salir.
- Mamá... snif...me voy con... snif snif... Maira... al parque.- su madre no contestó, así que intuyó que se había ido a trabajar, como de costumbre.
Su madre trabajaba como azafata y había veces que no llegaba a casa hasta las once de la noche. Julia siempre había necesitado el apoyo de su madre, pero nunca lo encontró.
Tenía una gran conexión mental con su madre, aunque claramente en el mal sentido; siempre relacionaba las emociones o pensamientos de su madre con los suyos propios, si su madre estaba contenta (raramente) ella también, si su madre tenía algún problema, lo relacionaba con si misma, incluso relacionaba sus propios problemas echándole la culpa a su madre, por ejemplo cuando discutía con alguien, cuando no quería quedar con alguna amiga porque estaba viendo una serie, etc. Es raro, pero siempre le ha pasado.
Intentó dejar ese pensamiento a un lado y salió por la puerta a duras penas.
Aunque vivieran en un segundo piso, bajó en ascensor, no estaba en condiciones y también por pura vaguería. Esperaba no encontrar a ningún vecino, eso ya sería ponerle la guinda a un día perfecto (notese la ironía) no pero en serio le desagrada encontrarse con un vecino cuando está por ahi lloribunda dando vueltas pareciendo una mendiga sin saber que hace y tiene que dar buena impresión al vecino ''buenos días, ¿cómo está usted?'' porque si no el tipico vecino hijo de puta se lo dirá a su madre y bueno... en esta urbanización todos saben todo no hay privacidad oye.
Andó unos diez minutos con un frío que pela hasta llegar al parque.
Nuevo libro nueva cuenta. Espero que os guste lovee. Actualizaré pronto