N U E V E

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El lunes no quedaba de otra más que volver a la rutina, todavía tenían está semana antes de las vacaciones de invierno, aunque, si le preguntaban a ambos chicos, lo que menos querían hacer era ir al colegio para tener que sufrir lo inevitable: ver cómo su relación se había jodido. Durante esos dos días de fin de semana, ni el Park ni el Min habían salido de su respectivo departamento, demasiado ocupados en su propia tristeza y demasiado temerosos sobre de toparse con el otro.

Así que, esos días habían sido lo más lejos que habían estado del otro desde que comenzaron a salir y era como un infierno, porque se habían acostumbrado tanto a estar juntos, que la ausencia les cobraba con muchos intereses.  El primero en llegar a la escuela fue Yoongi junto con los gemelos, solo la tropa Min bajando de la camioneta y Yoongi no pudo evitar tragar saliva porque faltaba alguien ahí, alguien importante en sus mañanas, en su vida.

Usualmente Woozi , su hermano , se iría corriendo con Jungkook para buscar  a sus amigos, pero el chico se había quedado con él, tomándole del brazo . Él era una de las razones por lo cual lo estaba intentado, así que Yoongi le dio una pequeña sonrisa y se adentró con él a la escuela, intentando no pensar que en cualquier momento, Park Jimin aparecería.  Pero no llegó. Al menos no al momento en que tuvo que haber llegado, siendo puntual como solía serlo. 

Yoongi ya estaba sentado en la misma silla de siempre, moviéndose nerviosamente en espera de un maestro que también llegaba tarde. En un pequeño momento, volteó a la puerta (algo que había estado haciendo en espera de que Jimin aparezca) y lo vio. Sintió como su respiración se cortaba y como no podía quitar la vista de él. Jimin estaba decaído, viendo al suelo cuando entró al salón, sus hombros estaban hundidos y parecía arrastrar los pies mucho antes que caminar.  Al momento de alzar la vista se detuvo, porque sus ojos se encontraron con los de Yoongi .  Durante ese momento, fue como si no hubiera nadie más en la habitación, solo ellos dos, de nuevo, en su pequeño mundo. ¿Cómo era posible qué siguiera pensando qué era hermoso? ¿Cómo su corazón podía seguir latiendo rápido al verlo? ¿Cómo es que, mágicamente, se sentía mejor con tan solo verlo ahí, sentando donde siempre como si estuviera esperando por él? Jimin no lo entendía. No debería de sentir que le faltaba el aire y que quería ir corriendo a sus brazos, no. Pero lo hacía, en medio del salón, viéndolo, todo lo que podía pensar era que lo amaba y lo extrañaba. Y se odiaba por eso. 

Yoongi hizo hincapié en querer pararse para ir con él, Jimin hizo hincapié en querer voltearse y buscar una silla en el otro lado del salón; pero antes de que cualquiera pudiera hacer algo más, una pequeña chica de cabello castaño se paró frente de Jimin , impidiéndolo. 

— ¡Jimin! ¡Estaba tan preocupada! —Lo abrazó, abrazo que no correspondió el rubio pero no pareció importarle a la chica mientras volvía a su posición y ponía una mano en la mejilla del chico, acariciándolo —. ¿Estás bien? — susurró, acercando más su cara a él. 

Min tuvo que parpadear varias veces, sintiendo un nudo en el estómago, paralizándose al momento de ver como su compañera estaba tan cerca de Jimin y él no decía nada. Sintió como volvía a caer en su silla, en un ruido sordo, mientras todo daba vueltas de nuevo, intentando recordar si alguna vez ellos dos habían sido buenos amigos o habían sido cercanos pero la verdad es que, no era así y él lo sabía. Jimin se llevaba bien con todos, sí, pero nunca más allá, nunca una amistad más grande y fuerte, mucho menos con una chica.  Pero ahí estaba ella y él, Jimin no la apartaba ni parecía molestarle que este así de cerca, ¿qué mierda estaba pasando? ¿Y de qué mierda estaban hablando en un volumen tan bajo? Yoongi les dio una mirada, luego apartó su vista apretando los labios, hasta que volvió a verlos. Jimin estaba dándole una pequeña sonrisa a la chica. Tuvo que volver a apartar la vista.  Sí, estaba muy celoso. Pero más que eso, estaba asustado. Asustado de que esa chica le fuera a quitar a Jimin , asustado de que ella lo reemplazará, de que Jimin jamás lo necesitará de nuevo, de que Jimin no lo perdonará... De que Jimin dejará de amarlo por ella.  Los volvió a ver, esperando a que Jimin captara su mirada, pero no lo hizo, solo veía a la chica y unos segundos después, la siguió hasta sentarse junto ella en una de las sillas del centro. Yoongi no supo cómo tomarlo, fue otro golpe muy fuerte. Molesto, agarró su mochila y salió del salón sin importarle nada, porque todo lo que quería hacer ahora, era llorar.  Jimin no alzó la vista cuando Yoongi se fue, solo cerró los ojos por un segundo pero era mejor así, no importaba cuánto lo extrañaba y cuánto quería seguir viéndolo. Era lo mejor. 

— ¿Entonces ya no son nada? — Jeong yeon preguntó, a lo que Jimin asintió, aunque realmente no es como si hubieran terminado —. Lo siento, en serio. Pero tenías que saberlo. 

Antes de que el Park pudiera decir algo, el maestro entró al salón y Jeong yeon se volteó para sacar sus cosas de la materia. Él hizo lo mismo pero de forma más lenta, dándole un vistazo a la silla vacía de Yoongi y a la que estaba alado de esa. Luego soltó un suspiro e intentó olvidar toda esa tristeza, no podía permitirse estar mal.     

Recargó sus manos en la pileta del baño mientras sentía las lágrimas caer y caer, estaba intentando fuertemente controlar los sollozos y los temblores que su cuerpo estaba teniendo. Pero cada vez que estaba cerca de lograrlo, venían de nuevo esas imágenes que no quería ver y lloraba más. 

Todo era su culpa, todo lo que estaba pasando ahora y lo que había pasado era su culpa. Si tan solo hubiera sido un poco más inteligente, si tan solo hubiera abierto la boca a tiempo, si tan solo no fuera tan tonto... Pero las cosas ya estaban hechas, y ahora estaba pagando la consecuencia de todo. Nunca fue muy seguro de sí mismo, pero desde que Jimin llegó a su vida muchas cosas cambiaron. Él se sentía lo suficientemente afortunado por tenerlo, afortunado de que un chico como Jimin se hubiera fijado en él y nunca tuvo motivos para dudar del amor de Jimin , porque todo lo que Jimin hacía se lo demostraba. Le demostraba lo mucho que lo amaba.  Ahora, bueno, ahora había una razón y él era el culpable de eso. Ahogó otro sollozo mientras se tiraba al suelo y juntaba sus rodillas a su pecho, ocultando su cabeza mientras lloraba. Si de por sí había sido muy difícil vivir el fin de semana sin él, si de por sí ya se sentía como la mierda tras la fiesta... Todo esto lo estaba llevando al límite.

Porque jamás había imaginado un mundo en donde perdiera a Jimin , en donde tuviera que verlo con alguien más, en donde tuviera que ser testigo de cómo le quitaban su amor.  Pensó que podía solucionarlo, pensó que podían hablar hoy. Pensó que podría haber una manera, que su error se iba enmendar de alguna forma. Lloró un poco más, su pantalón del colegio quedando manchado por sus lágrimas pero no importó. Nada de eso importaba. Debía de pensar en algo, debía de hacer algo. 

Sacó su celular, todavía tenía de fondo de pantalla una foto de él con Jimin de la navidad pasada, verlo le hizo sentir un dolor enorme en el pecho pero no quería quitarla, tampoco quería borrar todas esas fotos que se habían tomado. Se quedó viendo la foto más de lo necesario, sintiendo las lágrimas bajar por su cara.  Si pudiera retroceder en el tiempo, haría las cosas mejor. Mucho mejor, porque Jimin era su sol.

— Te necesito — dijo apenas le contestaron al otro lado, y se tiró a llorar de nuevo.



— Te necesito — dijo apenas le contestaron al otro lado, y se tiró a llorar de nuevo

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En este capituló quizás algunos tendrán duda sobre Jimin... bueno la respuesta es que él es bisexual , espero que les haya gustado....

𝗛𝝠𝗣𝗣𝗜𝗘𝗥 [𝗬𝝝𝝝𝗡𝗠𝗜𝗡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora