• Parte 1 de 3 •

25K 2.1K 11K
                                    

Advertencia:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Advertencia:

1- Esta historia incluye escenas de sexo medianamente gráficas, así como escenas con índole o insinuaciones sexuales. Básicamente, casi toda la trama gira en torno a ello pero sin llegar a lo vulgar.

2- Hay mención de otras ships, especialmente en esta primera parte (en la segunda ya no), como ser: BakuCamie, Kacchako, KiriMina y KiriDeku (siendo la primera medio importante y la última apenas mencionada). NINGUNA de ellas es obstáculo para el KiriBaku, y pueden saltearse tranquilamente esas escenas que no cambiará mucho ;u;

En serio, aquí no hay triángulos amorosos.


* * * *





Katsuki ya no quería ser un virgen de mierda.

Refunfuñó entre dientes con solo pensarlo. Le daba vergüenza y desagrado de solo pensar en esa ridícula palabra, sumado a lo que la misma conllevaba en aquella sociedad.

Bakugo Katsuki tenía veinte años y seguía siendo un jodido virgen de mierda.

No es como si tuviera que importar, ¿cierto?

Se había pasado repitiendo ese mantra desde que fue lo suficientemente consciente de su cuerpo y sus... necesidades. Cuando todavía era un crío de doce años que se encerraba en el cuarto de baño en la madrugada para poder sentir ese placentero cosquilleo, que le sonrojaba las mejillas y le aceleraba el corazón, al cual todavía no podía darle un nombre.

Con los años, el sexo dejó de ser un tema tabú entre la gente de su edad. Lo hablaban en los recreos. Lo comentaban en notitas pasadas entre clases. Lo veían todo el tiempo en las películas, en donde dos actores guapos se decían palabras asquerosamente melosas y empañaban los vidrios del coche.

También dejó de ser un tema prohibido en su casa. Katsuki odiaba aquellos recuerdos —como el de su padre deslizándole en secreto un paquete de condones cuando tenía catorce años, como si fuese una onza de marihuana y no algo que debiera estar normalizado entre adolescentes. O peor: a su madre dándole una incómoda charla sobre penes introduciéndose en vaginas, mucha sangre involucrada y algo sobre no ser un imbécil de mierda si no querías un problema que te sería entregado en nueve meses.

El sexo estaba en todas partes y Katsuki no podía evitarlo.

No es como si no le hubiese dado curiosidad, con el tiempo —¿cómo se sentiría una piel sudorosa contra la tuya? ¿O sus manos acariciando por cada curva y hueco desconocido de un cuerpo que no era el suyo?

¿Qué tan intenso sería un orgasmo provocado por otra persona y no por sí mismo?

Bueno, al principio, Bakugo había decidido que todo aquello era una puta mierda que no merecía su atención.

Virgin Boy [KiriBaku] - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora