Esa noche sentía como mis ojos se desprendían de mi cara de lo pesados que estaban, aparte no podía dejar de pensar en la hermosa señorita que había visto esa tarde en la Cafetería.
Una hermosa mañana iba dirigiéndome a el laboratorio del buen Lucas, cuando una pequeña coincidencia sucedió, me había topado con la misma hermosa dama del otro día, le sonreí inocentemente y seguí mi camino.
Justo llegando a el laboratorio del Profesor Lucas empezamos a trabajar en lo planeado.
Para esta fecha era 27 de Noviembre y la máquina se pondría en marcha el 20 de Diciembre a más tardar el 31 de Diciembre.
Sin avisarle al Profesor Lucas construí algo aparte, una cápsula de protección de una persona, así me salvaría de lo que sería El Fin Del Mundo.