Jamie Hatson
La lluvia, nada mejor que una tarde lluviosa, me encuentro en la terraza de mi gran casa, observando las calles húmedas gracias a las ligeras gotas de agua que caen del hermoso cielo, siempre he sentido que la lluvia me inspira y me relaja, me transporta un ambiente fresco.
Siento las frías gotas de agua caer sobre mi, empapando mi ropa y mi cabello negro, levanto mi cabeza para sentir las suaves gotas caer sobre mi rostro, sonrío al sentir el contacto de mi piel con las gotas de lluvia.
— Jamie — Oigo una voz detrás de mi llamando me, pero los ignoro, me concentro en la lluvia, pero la voz vuelve a sonar.
— Jamie...
Volteo para ver a la persona que se encuentra a mis espadas, mis ojos visualizan a mi madre, quien esta parada en el madero de la puerta, mirándome con rabia, a mi madre no le gusta que me moje en la lluvia, es una dura lucha que siempre he tenido con ella, por mas que me dice que no lo haga, lo sigo haciendo.
— Entra y seca te — dicen chasqueando sus dedos repetidas veces — Sabes que no me gusta que te mojes en la lluvia.
— No entiendo porque no te gusta, yo amo la lluvia.
— Se que amas la lluvia pero entiende que te puedes resfriar, y ahora no tengo tiempo estar llevándote al doctor — Dice pasando me una toalla marrón.
— Me voy al baño — Le informo, me dirijo hacia las escaleras, al subir me voy a mi habitación, de mi armario tomo un vestido blanco con azul y lo tiendo encima de mi casa, tomo nuevamente mi toalla y camino hasta encontrarme con la puerta del baño.
Me miro en el espejo, visualizo mi piel fría y mi cabello húmedo por la hermosa lluvia, aprieto mis puños al recordar a mi madre, no entiendo porque no le gusta la lluvia si es el mejor clima que puede existir.
Me saco mi ropa y me meto a la ducha, abro la llave de agua caliente junto con la llave de agua fría hasta lograr conseguir una temperatura ambiente, siento las gotas artificiales caer sobre mi piel desnuda y fría, me recuerda a la lluvia y empiezo a imaginar que en realidad estoy en la terraza mojando me con el agua lluvia.
Después de unos minutos de imaginación, decido salir de la ducha, envuelvo mi cuerpo con la toalla marrón, camino hacia mi habitación y me encierro.
Me visto con el vestido que había sacado antes, me pongo mis pantuflas de conejo y me acerco a la ventana y veo como las pequeñas gotas de agua decoran el inmenso vidrio de mi ventana, decido abrir la ventana y siento un viento fuerte me golpea ligeramente haciéndome sentir fresca y relajada, me recuesto sobre el madero de la ventana para sentir mejor el viento.
— ¡Jamie! — Escucho que mi madre me llama de un grito, haciendo que gire mi cuerpo en su dirección — ¿Que haces en la ventana? Te vas a enfermar.
— ¿Porque siempre dices que me voy a enfermar? Cuantas veces me he mojado en la lluvia y sigo igual de sana.
— No te creas la inmortal, te lo digo por tu bien, hija.
— Esta bien, ya me alejo de la ventana y me pongo hacer tarea ¿te parece?
— Ven a comer primero — Sale de mi habitación sin esperar respuesta de mi parte.
Decido seguirla hasta llegar a la mesa donde me encuentro con mi padre y mi hermana Sam, que al notar mi presencia levanta la vista mirándome de manera odiosa. Nunca me he llevado bien con Sam, siempre se ha creído la mas bonita y la mas importante de la familia, haciendo que yo quede como la ridícula.
Me siento al lado de mi padre, quien tiene su cara seria, no es raro verlo así, su trabajo le causa mucho estrés.
— Jamie ¿Puedes traerme mas jugo de manzana? — Me pide Sam con una sonrisa burlona.
— No, ve tu — Le niego y volteo la vista a mi plato.
— ¡Ay! Que delicada.
Ruedo mis ojos y hago como si la comida fuera la cosa mas interesante del mundo.
Odio a mi hermana.
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Como Gotas De Agua ©
RomanceEl destino aveces es injusto ¿no? esto es lo que Jamie Hatson siempre creyó, el destino no la quiere con nadie, a pesar de tener muchos amigos y pretendientes, siente que con ninguno tendrá suerte. Al llegar las vacaciones de verano, decide viajar a...