Me cagas

Un dia igualmente distinto

Como cualquier día en mis vacaciones, me desperté, me estiré, me vestí, ejercite un poco, me bañé, me vestí, escuché música, vi la tele y desayuné; pero está vez no lo hice con entusiasmo, no lo hice feliz, no era el Alejandro López García de siempre, algo estaba roto, algo estaba mal, algo estaba fuera de su lugar.

Mis papás me cuestionaron sobre mi estado, e incluso me ofrecieron su ayuda, estuvieron insiste e insiste, pero es que a ellos no podía platicarle mi vida, mis asuntos, porque no me van a entender.

Y esto no es otra historia de "mis papás no me entienden", esto es real, esto me pasó, esto es lo que pasa muchas veces a quien se enamora de la persona equivocada, que ayudan a quien no deben, que se meten en asuntos de otras personas, que son tan lindos, cariñosos y generosos, que se olvidan del daño que se hacen, siendo tan buena persona.

Ellos, en su afán de querer ayudarme a sentirme mejor, me propusieron salir de donde estaba, solo me dijeron "alístate, cámbiate rápido si quieres, y vámonos, no queremos verte verte triste, así que cambia esa cara, y sé feliz, como solo tú sabes serlo".