Epílogo

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En la temprana luz de la mañana, Jimin aún estaba vivo.

    Más que vivo. Sin importar lo que pasó, su tiempo con Jungkook estaba vivo en vez de sólo existir.

    Claro que Jungkook se había ido para ahora, desaparecido como si nunca hubiese estado ahí, y Sancho roncaba ruidosamente desde su cama en la sala. Probablemente nunca vería a Jungkook de nuevo, pero Jimin no podía borrar la sonrisa de su cara mientras que estiraba sus miembros y caminaba desnudo a la cocina por su café, que ya estaba siendo preparado ya que hacía lo mismo cada mañana.

    Pero esta mañana, un colorido folleto sat on the table.

    La Ciudad de Los Condes: Descubre Barcelona!

    Adentro estaba una impresión de dos boletos de avión dejando San Francisco a las ocho en punto esa noche.

    Jimin presionó el marcado rápido en su viejo teléfono de casa inalámbrico. Mientras sonaba, pasó las puntas de sus dedos sobre su muñeca en proceso de sanación, y luego alcanzó sus marcas gemelas en su muslo interno. Piel de gallina recorrió su piel, y él tembló.

    Ahra? Disculpa por llamar tan temprano. No, no, todo está bien. Crees que puedas cuidar a Sancho por un par de semanas?

    Fin

Una probada de la medianoche. Jikook Adap.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora