Parte 3

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     Jadeando, Jimin lanzó su cabeza hacia atrás al mismo tiempo que se arqueaba más cerca del agarre de Jungkook. Había pasado tanto tiempo desde que había estado desnudo con otra persona que no fuera Taemin, pero había algo acerca de Jungkook que disolvía sus inhibiciones. Jungkook los había llevado a la pequeña casa de Jimin en una alta colina de Diamond Heights, y apenas habían llegado a la cama.

    Jungkook acariciaba los muslos internos de Jimin, el susurro débil de la barba de dos días en contraste con sus suaves, húmedos labios. Jimin imaginaba lo que se sentiría tener esos labios alrededor de él. Cerrando los ojos, él gimió.

Por favor

    El gemido se convirtió en un jadeo estrangulado mientras algo perforaba su muslo, y Jimin levantó su cabeza, poniéndose rígido. Sin parpadear, observó la cabeza de Jungkook entre sus piernas separadas. La boca de Jungkook estaba anclada al muslo interno de Jimin, mientras succionaba.

    Él estaba bebiendo.

    En su mente, Jimin gritó hasta que su voz se volvió ronca. Pero en la realidad, sostuvo su respiración, jadeando suavemente cada cierto tiempo mientras Jungkook bebía. Mientras Jungkook bebía su sangre. Jimin sabía que tenía que intentar correr, pero sus bolas hormigueaban, y su polla sólo se ponía más dura, aún en el agarre de Jungkook. Su cabeza comenzaba a ponerse ligera, y en lo único en lo que podía concentrarse era en el orgasmo construyéndose muy profundo en él.

    Gruñendo, Jungkook levantó la cabeza, lamiendo sus rojos labios. Una gota de sangre resbaló a su barbilla desde uno de sus colmillos.

   Jungkook tenía colmillos.

    Su juvenil cara se había transformado- sus ojos eran tan negros como la noche- pero él todavía era hermoso de alguna manera. Moldeado de piedra, con dura, perfecta piel, y una sonrisa suave que no debería encajar. Él acarició la polla de Jimin. “Igual de bueno como imaginaba”

    Jimin había visto una buena cantidad de películas de terror, y tal vez había tomado mucho vino, pero extrañamente, todo parecía tener sentido. Ciertamente respondía preguntas que él se había preguntado a sí mismo acerca de Jungkook mientras pasaba el tiempo esa tarde, ignorando la pila de documentos acomodados ordenadamente en su escritorio. Aparte de preguntarse sobre la natural gracia de Jungkook y su suave, pálida piel, la pregunta en cuestión era qué fue lo que posiblemente Jungkook vió en él.

    La presión construída de su deseo bajó mientras la verdad llegaba a él. Suspiró. “Todo fue un juego- sólo estabas buscando un platillo. Supongo que te gusta jugar con tu comida primero.” El hecho de que estaba teniendo esta conversación era ridículo. Sería posible que Jungkook le hubiera metido drogas? Porque seguramente el hombre no era un--qué?--un vampiro?

    Jungkook parpadeó, y sus colmillos desaparecieron al tiempo que su cara se suavizaba, ojos regresando a café. Se estableció encima de Jimin, enredando sus dedos en el cabello de Jimin. “Si eso fuera todo lo que quería, hubiera ido al banco de sangre. Oh no, yo deseo mucho más que una bebida.”

    A pesar del miedo y la incredulidad dando vueltas en su estómago, Jimin se emocionó al sentir a Jungkook presionado contra él. Se elevó, necesitando fricción, necesitando llegar. Se sentía como un animal, pero no podía parar ahora. “¿Entonces qué es lo que quieres?”

    Jungkook deslizó su lengua dentro de la boca de Jimin, explorando. El sabor cobrizo de su propia sangre debía hacerlo sentir asqueado, pero en vez de eso, envió fuego a través de Jimin, y él jadeó. “¿Qué es lo que quieres?” repitió.

    “Lo quiero todo.” Jungkook lamió una húmeda línea sobre la mejilla de Jimin. “Hay un tigre dentro de ti, esperando a ser soltado. Puedo verlo, peleando por liberarse.”

    Jimin estaba sorprendido de escuchar un gruñido profundo de su propia garganta.

    Jungkook mordisqueó su cuello, sin romper la piel. “Así es. Déjalo salir. Fóllame, Jimin. Hazme gritar.”

    Debería correr, o ordenarle a Jungkook que se fuera, o hacer cualquier cosa menos considerar la idea, pero Jimin se encontró a sí mismo alcanzando un condón de la mesita de noche. Jungkook capturó su mano y la llevó a su boca, succionando un dedo dentro. “No puedo cargar enfermedad. Puedes venirte profundo dentro de mí, llenarme y-”

    Con un gruñido y fuego pasando a través de su piel, Jimin volteó a Jungkook, levantandolo en sus manos y rodillas. Su polla palpitaba mientras que separaba las pálidas mejillas de Jungkook y corría sus pulgares sobre su roja entrada. Taemin a duras penas dejaba que Jimin lo follara, y el pensamiento de estar profundamente enterrado dentro del dulce trasero de Jungkook lo hacía temblar.

    “Toma lo que quieras. No me puedes lastimar.”

    La urgencia de probar a Jungkook lo abrumó, y Jimin enterró su cara en el trasero de Jungkook, lamiendo su agujero hasta que estaba brillante con la saliva. Jungkook murmuraba en francés, jadeando y empujando su trasero hacia la lengua de Jimin. Jimin aspiró la esencia de Jungkook y tembló, necesidad quemándolo desde adentro.

    Apretando con sus dedos la cadera de Jungkook, se deslizó dentro en una sola moción. Estaba tan caliente y apretado que Jimin pensó que probablemente lo lastimó, pero Jungkook empujaba hacia atrás con obvio placer, apretando alrededor de la polla palpitante de Jimin. Jimin pasó una mano hacia arriba de la espina de Jungkook hasta enredar su mano en el suave cabello.

    El sonido de la piel golpeando junta llenó la habitación, mezclado con el llanto de placer de Jungkook y los gruñidos de Jimin. No podía recordar estar tan encendido mientras la lujuria lo recorría y se apoderaba de sus caderas, enterrándose profundamente dentro de Jungkook. Nunca fue así con Taemin.

    Sudor brillaba sobre su piel y sus bolas se apretaban rápidamente al tiempo que Jungkook apretaba alrededor de él de nuevo. Mandíbula apretada, Jimin se mantuvo a sí mismo en control mientras que empujaba, llegando más profundo y haciendo a Jungkook jadear al ser estirado y follado en el punto correcto.

    Jungkook prácticamente vibraba en la sábana. “Oui, oui.”

    Con un agarre de hierro, Jungkook acercó la mano de Jimin de su cadera y mordió su muñeca. El momento de dolor mientras su sangre corría fue convirtiéndose en una éxtasis que Jimin jamás había sentido antes. Viendo estrellas, se vino en chorros dentro de Jungkook, quien temblaba con los pulsos de su propia liberación. El olor del sexo y la sangre llenaba los sentidos de Jimin, y la última ola de placer intenso fluyó a través de él.

    Respirando pesadamente, Jimin colapsó arriba de Jungkook, aplanandolo al colchón. Se le ocurrió el pensamiento de que Jungkook probablemente no estaba cansado, pero parecía contento de permanecer debajo de Jimin. Murmuró con satisfacción mientras que suavizó con su lengua las heridas gemelas en la muñeca de Jimin. “Te lo dije.”

    Jimin trató de responder, pero su lengua se sentía pesada y gruesa. Jungkook los volteó, pero en vez de irse--o matarlo, ya que eso era algo por lo que los vampiros eran conocidos--simplemente los acomodó en una posición más cómoda, descansando su cabeza sobre el corazón de de Jimin. Jungkook trazó sus dedos sobre el estómago de Jimin, rozando su vello púbico.

    Mientras que respiraba de nuevo, Jimin suponía que debería tener miedo, o estar molesto, o cualquier número de emociones. Pero lo único que sentía mientras que se quedaba dormido, sosteniendo a Jungkook en sus brazos, era dulce satisfacción, y anticipación corriendo en sus venas.

Una probada de la medianoche. Jikook Adap.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora