Sakura | Mes de Sakura 2018

13 de diciembre

Día trece: lápiz labial rojo.

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—Ino, ¿podrías prestarme tu labial? —preguntó tímida, mientras veía atentamente como se retocaba el maquillaje la rubia.

Ino la miró sorprendida, pero de inmediato esbozó una sonrisa.

—Es raro que tú me lo pidas, nunca te he visto llevar labial —sacó de su bolso el lápiz y se lo tendió—. ¿Quieres que te ayude? —podía ser un desastre si lo hacía Sakura sola. La pelirrosa asintió de inmediato e Ino comenzó a aplicarlo con cuidado sobre sus labios.

Al terminar ambas salieron del tocador, para dirigirse a la barra, donde sus parejas las esperaban. Sakura se acercó a Sasuke, quién al sentir su presencia volteó a verla, mostrándole una sonrisa ladina, pero al bajar su mirada a sus labios ésta murió.

—¿Qué te pusiste ahí? —frunció el ceño, pregúntale en un tono indiferente.

—Labial —respondió preocupada al ver la expresión de su rostro—. ¿Me veo muy mal? —creía que si lo usaba se vería más atractiva—. Creí que se me vería bien, Ino lo usa, así que...

—Hmp —musitó interrumpiéndola—, no me importa si Ino necesita usar esa cosa, tú no lo necesitas —extendió su mano hacia la cara de ella, y con cuidado tocó sus labios, tratado de remover la pintura roja, su mirada estaba muy concentrada en éstos—. Tus labios son perfectos tal como son.

Retiró sus dedos de éstos e inclinó su cara, para rozar los pequeños labios de Sakura, enseguida volvió a acercarse, pero esta vez la besó con intensidad. La chica se sonrió a mitad del beso, Sasuke no solía decirle muchos halagos, por lo que cuando lo hacía era muy especial. Se separaron lentamente, Sakura miró los labios de su novio con sorpresa y sonrió divertida sin poder ocultarlo, él la miró extrañado.

—¿Qué es tan gracioso?

—Al parecer ya no soy la única con los labios rojos —rió dulcemente.

El azabache enseguida restregó la palma de su mano sobre sus labios y la miró, efectivamente, ahora él también llevaba esa estúpida pintura.

—Maldición —suspiró con molestia, seguro que se veía muy ridículo. Estaba a punto de restregar su palma nuevamente, pero las manos de Sakura lo detuvieron.

—Espera —tomó una servilleta y limpió delicamente su palma, para después seguir con los labios.

—Recuérdame pedirle a Sai que desaparezca esa horrible cosa del bolso de Ino.

—De acuerdo —asintió divertida mientras seguía retirando la pintura.

Era absurdo todo el problema que había causado un pequeño lápiz labial rojo.