Dulce mentira

Capitulo 2

"latidos desenfrenados"

Estos días en la escuela han sido simplemente agotadores, por ser la primera semana en nuestro ultimo año todo va demasiado rápido, al ser la presidenta del consejo estudiantil tengo que estar al tanto de todas las actividades, simplemente hay mucho que hacer en esta escuela. 

- Kath tengo que contarte algo super importante- dijo Jennie en voz baja. Estaba tan ocupada y estresada con las actividades que ni siquiera escuche bien lo que dijo, tenia que hacer demasiado papeleo. 

- Kath me estas ignorando?- dijo mientras me daba un golpe en el hombro.

- ¡Auch eres una bruta!- dije molesta, realmente estaba ocupada, no tenia tiempo para sus juegos.

- No seas amargada Kath, solo queria contarte algo acerca de ...

- ¿De quien?

- Ya sabes de quien hablo- dijo levantando las cejas, mi cara parecía un tomate, solo pensar en el mis piernas parecen gelatinas. - Bien por tu silencio creo que ya sabes de quien hablo, lo vi esta mañana con un pantalón muy ajustado con el que podías verle hasta el alma, acompañado como siempre de los mismos simios guapos que tiene con amigos, pero el no venia solo- dijo bajando su tono de voz. La vi a los ojos y ella parecía evitar mi mirada, me acerque a ella, vi que su cuerpo se tenso ante mi mirada sobre ella. - ¿Con quien estaba Daniel?- mi voz salio mas fría de lo que pensé. Tardo un momento en contestar pero lo hizo.

- Estaba con Emma, el la tomaba de la cintura mientras ella como la zorra que es se restregaba en el. - dijo casi en un susurro pero eso basto para destrozarme. 

- ¿Que?- mi voz salio quebrada, así me sentía, rota. 

- Se corre un rumor de que ellos están saliendo, aunque vamos Kath a los chicos de esta escuela les encanta crear historias.- Intento animarme pero era tarde. 

Ellos están saliendo

- Creo que es tarde, nos vemos Jennie. - dije intentando salir de ahí, necesitaba aire, me estaba sofocando.

Sali corriendo de la escuela, mis corazón latía de forma precipitada, mi respiración era irregular, mis manos sudaban,mi mundo daba vueltas, sentí una cálida humedad en mi mejilla, una lagrima, hace mucho que no me pasaba esto, pensé que ya había superado mis ataques de ansiedad,  me sentía tan patética por estar llorando por alguien que quizá ni se acuerda de mi, iba tan perdida en mis pensamientos autodestructivos que ni siquiera me di cuenta que llegue a mi parque favorito, vi una de las bancas que estaban por ahi y me sente, ver las flores alrededor me calmo bastante, creo que las flores son mis sedantes. Mi tranquilidad no duro mucho, su cara se me vino a la mente, y ahí fue cuando volví a recordar todo, Daniel estaba con Emma, el amor de su vida estaba saliendo con una chica hermosa. 

¿Por que? Estaba claro que Daniel era de los chicos mas populares y guapos de la escuela, y yo pues solamente soy un cerebrito, era mas que imposible que el se fijara en mi, no es que yo sea fea, pero hay tantas chicas hermosas en la escuela que yo parezco una simple mortal. Siempre me repito lo mismo "debería olvidarlo", pero es muy difícil, el es mi primer amor, toda mi vida me ha gustado desde que lo vi cuando era pequeño.

Mi teléfono comenzó a vibrar, no quería hablar con nadie así que lo ignore, luego de cinco minutos volvió a vibrar, quizá mi madre estaba preocupada, como se me ocurrió eso, mis padres nunca pasaban en casa, luego de tanta insistencia conteste. 

- Hola. - me escuchaba tan vacía. 

- Kath eres una insolente, ¡acaso no ves la hora que es!, Edy y yo estábamos muy preocupados por ti, pensábamos que te había ocurrido algo, Dios yo no se que haría si algo te pasara, ¿estas bien?, ¿donde estas? - lo dijo tan rápido que una risa logro salir de mis boca, ellos dos eran las únicas personas en las que podía confiar. 

- Estoy bien Jennie, solo quería estar un tiempo a solas.

- Mas te vale que no estés sufriendo sola, ven a tu casa ahora mismo, esta noche haremos una pijamada, Edy comprara pizza y yo preparare un maratón de películas. - parecía una madre preocupada, realmente son los mejores amigos que he tenido. 

- Si mamá  en diez minutos estoy allá.

- Nos vemos Kath.

Me levante dispuesta a irme cuando escuche un ruido, en especifico una risa, mi sentidos se alertaron, mi respiración se entrecorto, gire a ver a todos lados y no pude ver a nadie, quizá me estoy volviendo una loca paranoica que oye voces.

- Ah me estoy volviendo loca. - susurre para mi

- Eres demasiado linda para estar loca. - esa voz, mi cuerpo se tenso y palidecí hasta parecer una hoja de papel. 

- ¿Daniel?- creo que soné demasiada nerviosa. - ¿que haces acá?

- Tenia que alimentar a príncipe, realmente esta hambriento. - dijo con una sonrisa.

Es demasiado tierno. - pensé, no no compórtate normal frente al amor de tu vida.

- Bien, yo tengo que irme, es muy tarde, nos vemos. - dije tratando de sonar serena, aunque en realidad moría de nervios, agarre mis cosas dispuesta a irme, pero en eso una mano me sujeta del brazo, me tense ante el tacto, que petrificada y el lo noto. 

- No es bueno que una chica como tu ande a estas horas por la calle y sola, yo te acompaño, al parecer príncipe ya termino de comer. - dijo ladeando una sonrisa. 

- ¿Como es una chica como yo?

- Hermosa.- lo dijo sin ningún pudor.

Acaso Daniel no se da cuenta de lo que provoca en mi, con unas  palabras mi mundo puede flotar o caer, mi rostro ahora mismo a de ser un poema. 

- No es necesario que me acompañes. - dije tratando de calmar mi sistema.

- ¿Iré aunque no quieras, eres mi vecina recuerdas? - ¡joder!, no es suficiente tener que verlo salir de su casa todos los días, ahora también quiere que en la salida me vaya con el, ah voy a explotar. 

- Bueno espero no ser una molestia. - dije sonrojada

- Nunca lo eres para mi. - dijo guiñándome un ojo, que cruel es, le hace daño a mi corazón. 

Caminamos unas cuadras, platicamos de cosas triviales, Daniel es un chico muy inteligente, todos pensaran que por ser guapo tiene el cerebro en sus músculos pero no, es muy inteligente y agradable, tenemos muchas cosas en común, la platica fue tan amena que el recorrido se sintió muy corto, llego el momento de despedirse, hubiera querido que esto durara mas.

- Te traje a tu casa sana y salva. -dijo viéndome directamente a los ojos.

- Gracias por acompañarme, nos vemos - dije sonriendole mientras la puerta se abría. 

- Hasta luego hermosa

Creo que cuando dijo esas palabras estaba sonrojada de pies a cabeza, mi corazon latia a mil por hora y mi cuerpo parecia gelatina, apenas logre entrar y vi a mis dos mejores amigos en la sala esperandome con pizza y palomitas, mis padres como siempre no estaban, por eso Jennie y Edy tenian las llaves de mi casa en caso de alguna emergencia. Al parecer me escucharon entrar.

- ¿Kath estas bien?- pregunto Edy

- Te ves roja ¿paso algo? - dijo Jennie preocupada.

- Yo... - estaba tan sorprendida de haber hablado con él que ni yo me la creía. - hable con Daniel. - dije finalmente miestras me sentaba en medio de ellos.

- ¡Es enseriooo, cuentanos todo Kath!, ustedes dos estan destinados a estar junto. - dijo muy feliz por mi, yo solo estaba demasiada ida en mis pensamientos.

¿Sera que alguien como el se fijaria en alguien como yo?