Domingo. Cuatro con treinta y dos minutos. El tiempo seguía corriendo en el reloj de Harry. Ya había pasado más de cuatro hora para que expire el trato. John Cassidy estaba a punto de perder todo.
Había pasado el resto de la semana esperando el domingo porque estaba seguro de que _____ llegaría a Nueva Orleans en la mañana. Pero ahora no estaba tan seguro de ello. _____ siempre había sido una de aquellas chica que trataba de ser perfecta para sus padres. Eso lo había podido observar en los pocos años que la conocía.
Siempre sacaba buenas notas en el instituto. No hacía nada malo, pero al parecer todo había cambiado cuando se convirtió en una mujer.
Tamborileo con sus dedos su escritorio y decidió esperar un poco más. Estaba seguro de que _____ llegaría. Algo en su interior se lo aseguraba. Se sirvió en un vaso de cristal dos dedos de whisky.
Abrió su portátil y revisó su correo. Algunos eran mensajes basura. Otros de sus amigos. Algún que otro mensaje divertido. Y el resto era sobre la gente del gobierno. Siguió revisando y borrando mensajes cuando bufo y rodo sus ojos al ver aquel nombre en su pantalla. Jack Blair. Negó con su cabeza y abrió el mensaje para leerlo.
Jack Blair, un encargado del gobierno, obligado a verificar si todo marchaba bien y transmitir información a su gente. Desde los comienzo de su proyecto había estado simplemente molestándolo. Era peor que un parásito, todas las semanas le llamara a horas de la madrugada solo para preguntar si había terminado el proyecto.
Harry froto sus sienes con dos dedos al recordar los menudos dolores de cabeza que le había ocasionado más de una vez.
Suspiro frustrado al leer el mensaje. Quería reunirse de nuevo con él. Cerró la portátil y volvió a ver su reloj.
—¿Esperas a alguien? –pregunto una voz masculina.
Harry levantó la mirada y se encontró con la de su amigo. Zayn Malik. Esbozo una sonrisa y lo dejo pasar a su oficina. Su amigo se sentó al frente de él.
—No has respondido. ¿Esperas a alguien? –volvió a preguntar; esta vez mirándole fijamente.
—No. ¿Debería de estar esperando a alguien? –respondió con otra pregunta.
—No exactamente, pero para que estés mirando el reloj, algo que no haces mucho debes de estarlo –contesto el seguro.Harry se encogió de hombros restándole importancia. Miro a su amigo y sonrió al pensar en lo que pasaría por todo un mes con una hermosa mujer. Sin duda que estaba más que convencido que ella aparecería.
—No espero a nadie, Zayn –mintió.
—Vale –lo miro incrédulo– ¿Quieres salir un rato? Podemos tomarnos algo –sugirió Zayn. Harry levantó su vaso de cristal y mostro su contenido.
—Ya estoy tomando y no. No puedo salir.
—Sabias que estas esperando a alguien –Insistió su amigo. Harry cerró los ojos y suspiro.
—No lo hago. Simplemente no puedo salir.
—Claro que sí. Solo levanta el culo de ese sillón y muévete –contesto Zayn; con tono divertido. Harry no contesto, solo tomo otro trago y lo miro– No me digas que sigues trabajando en ese jodido proyecto.
Harry asintió.
—Sigo prefiriendo mi vida, tengo un trabajo genial y fácil y no tengo complicaciones.
—Eres rico, obvio que la preferirías no necesitas dinero. Tienes suficiente como para tener cinco mansiones.
—Tú también lo eres –gruño.
— Pero lo he conseguido porque trabajo, no por herencia, Zayn. Si no recuerdas tuve que arreglármelas yo mismo para sobrevivir apenas con diez ocho. Zayn hizo un gesto con las manos.
—Ya, tranquilízate solo quiero salir un rato. Hay un nuevo bar donde van unas mujeres que están... —hizo un gesto con los dedos y silbo— espectaculares.
Harry negó con la cabeza y sonrió. —Pensaba que ibas a por Perrie.
—Sigo haciéndolo. Ella es perfecta, sé que me acostare con ella tarde o temprano —meneo sus cejas de una manera divertida y sonrió. De eso no hay duda alguna.
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Un Mes De Placer |H.S|
RomanceLa venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está de por medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante... Harry Styles un hombre apuesto y más que dispuesto a cobrar ve...