Second Chance [BakuTodo]

Capítulo 7

Todos podían ver el aura amenazante de su compañero rubio, más de una persona se cruzó con Katsuki recibiendo gritos y reclamos como de costumbre pero esta vez daba miedo, al perecer algo lo tenía así. El pelirrojo sabia la causa de todo eso, mañana era la reunión en la casa de Midoriya.

Por otro lado Bakugou ignoraba olímpicamente los comentarios que decían sobre él, solo quería terminar su jornada como era costumbre. Kirishima se acercó a su amigo para intentar animarlo pero recibía gruñidos como de costumbre así que solo suspiro rendido.

-Oye Bro, si no quieres ir…- pero fue interrumpido por su amigo-

-¡Y una mierda!- exclamo golpeando con brusquedad la mesa con los papeles que tenía en la mano- no dejare que ese idiota de Deku gane- sentenció- además quiero ver al bastardo- suspiro desviando la mirada- quiero saber si es feliz con Deku… necesito verlo con mis propios ojos-

-Bro…- suspiro. Katsuki solo bufó para luego sentarse en su cubículo terminando los papeleos, Kirishima solo suspiro para luego alejarse a sacar unas copias. Le oculto que se encontró con Shoto era mejor que no supiera al menos por ahora-

Eran las cuatro de la tarde cuando el bicolor salió del hospital cansado, tuvo una jornada bastante pesada más por el problema que hubo con un internado que era un delincuente, su habitación fue custodiado por dos guardas sin embargo eso no impidió que saliera de ahí, por suerte Shoto lo intercepto por un pasillo, tuvo suerte que no lo hiriera ya que el sujeto tenía un bisturí. Momo lo había regañado por esa imprudencia de arrojarse al sujeto sin pensar pero Shoto no dijo nada al respecto, más que nada estaba preocupado por sus pacientes.

Antes de ir a su casa donde le esperaba Midoriya—le dio una copia de la llave—decidió quedarse un parque quedaba a unas cuadras del hospital, queria estar tranquilo sin que nadie lo moleste. Al llegar se relajó sentándose en una banca que estaba debajo de un árbol de cerezos algo que le encantaba, cerca de ahí había un par de niños jugando y riendo sacando una sonrisa a Shoto.

A él siempre le encantaron los niños, la prueba de ello es su pequeño sobrino Yuu, cada que podía lo consentía con regalos y dulces, más de una vez su hermana lo regañaba por eso. También se encariño con los pequeños niños que estaban hospitalizado, sabía que no era bueno encariñarse con esos niños pero que podía hacer, eran adorable pase a los problemas que tenían, nada hacía que esas sonrisas se desvanecieran.

Tal vez hablaré con Izuku para adoptar.

Las hojas caían en su cabello, agarro un pétalo para acariciando suavemente sacando una sonrisa al recordar que debajo de un cerezo Katsuki se le declaro. A pesar de todas las peleas, gritos, llantos nunca se olvidaría de ese día; Bakugou estaba tan nervioso que soltaba más de una maldición y su rostro estaba cubierto por un gran rubor que llego hasta las orejas.

"-B-Bastardo Mitad y Mitad…no, Shoto. Me gustas mucho ¿Oíste? Estoy perdidamente enamorado de ti, me traes loco maldición. Entonces que dices ¿A-Aceptas ser mi novio?"

Lo estuvo torturando con su silencio hasta que al final le dijo que sí, ese día Katsuki lo beso con ganas. Esa fue la primera vez que sintió los suaves labios de Bakugo.

Se quedó admirando a los niños hasta que su celular recibió un mensaje de Izuku preguntando su paradero, a lo que Shoto le respondió que iría a comprar algo para cenar, así que sin más se levantó.

Sin despedirse de Kirishima salió del lugar estaba tan cabreado por lo que su amigo le dijo que no queria ver a nadie por el resto del día, no podía creer que el pelo de mierda insistiera en que no vaya mañana.

Pero él no le daría el gusto a Kirishima ni al Nerd.

No queria volver a su departamento temprano así que decidió caminar un poco que sin saberlo llego a un hospital, no cualquiera sino en donde Shoto trabaja, ignorando aquello siguió con su camino tal vez iría a un bar hasta poder olvidar sus preocupaciones o simplemente olvidar a Shoto, aunque sabía que no funcionaría después de todo el bicolor estaba incrustado en su cabeza y corazón.

Tal vez me lo merezco. Aun podía recordar las veces que hizo llorar al bicolor.

Estaba tan concentrado en sus pensamiento que no se dio cuenta que golpeo a persona de enfrente hasta que sintió el impacto, frunció el ceño sin ver a quien empujo, el mal humor volvió. La persona en tal era débil ya que se cayó al suelo tirando sus compras.

-¡¿Por qué no te fijas imbécil?!- grito enojado para luego mirar a la persona, se quedó inmóvil al ver una cabellera singular- ¿Shoto?-

El susodicho se quedó inmóvil al reconocer esa voz, sus ojos heterocromatico aun miraba el suelo mirando las compras esparcidas. Luego de unos segundos levanto su miraba para encontrarse con esos ojos rubí tan intensos que su cuerpo inconscientemente tembló.

Ambos se miraron inspeccionándose; Katsuki no podía dejar de ver a esos ojos de distintos colores, esa marca que lo hacía ver atractivo y esos labios tan delicados que tuvo la oportunidad de sentirlos. El bicolor solo trago saliva al ver como el rubio no despegaba su mirada de él, tenía que admitir que seguía siendo ese chico rudo y atractivo del cual se enamoró.

Shoto fue el que desvió la mirada tomando las cosas para ponerlos en la bolsa, al ver esa acción Katsuki lo ayudo para luego ofrecerle la mano.

-¿Estas bien?- pregunto el rubio, el bicolor acepto la mano levantándose del suelo-

-Si- contestó- gracias- se sacudió los pantalones- bueno, adiós…- sin mirarlo se dio media vuelta-

-¡E-Espera!- lo tomo del brazo- ¿No quieres ir a tomar algo?- pregunto-

-No creo que sea buena idea- dijo nervioso, Izuku lo estaba esperando-

-Vamos mitad y mitad, no nos vemos desde hace mucho tiempo. Podemos hablar del tiempo perdido-

-Yo…- se mordió el labio inferior- lo siento pero no puedo, Izuku me está esperando- al decir aquello Bakugo guardo silencio- igual mañana nos vamos a ver así que…- apretó el agarre de la bolsa- nos vemos, fue un placer encontrarte. Adiós-

Katsuki vio como Shoto se iba nuevamente dejándolo ahí sin saber que hacer, cuando el bicolor salió de su campo de visión suspiro para seguir con su camino. Ahora era un buen momento para ir a su departamento.