Aquella primera vez

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Ash entonces dejó de hablar, había dicho mucho en ese último rato con respecto a sus pensamientos y temores. Sí, Becky estaba en prisión, pero a pesar de eso igual se sentía acosada por aquella puercoespín. La pantera se detuvo un momento con las preguntas y anotó algunas de las cosas que Ash había acabado de decir. La sesión de aquel día llevaba una media hora y la pantera ya le había dicho que lo mejor que podía hacer era pensar en algo más que hacer. Pronto entonces pensó en alguna cosa, se encontraban ya a jueves y entonces se le ocurrió que tal vez ella y Johnny podrían tener una noche de películas, pero tendría que ser ya para el viernes en la noche porque tendrían que levantarse temprano el viernes en la mañana.

- Dime entonces – dijo de pronto la pantera - ¿Cuáles son las cosas en tu vida que más sientes que el miedo hacia Becky ha afectado?

- De muchas maneras – respondió Ash interrumpiendo de paso la idea que tenía con respecto a una noche de películas – la verdad que siento que ya no puedo estar tranquila en ningún momento, ya lo sabes

- Sí, lo sé – dijo ella – pero me refiero ¿Sientes que esto ha afectado tu relación con los animales que sabes que jamás te harían nada?


Guardó entonces silencio un instante, pensó en sus compañeros de teatro, todo ellos se mantenían ajenos a todo lo acontecido con respecto a lo que pasaba en su cabeza, se llevaba bien con todos y no había cambiado su actitud hacia ninguno de ellos. Con sus padres tampoco, desde que se reconcilió con ellos parecía estar todo bien, pero no sabía bien si podría decir lo mismo con respecto a Johnny.

- Con mis padres y amigos no tengo problemas – respondió ella de inmediato – pero...

- ... con Johnny no – adivinó la felina


Ash asintió.

- Exacto


No sabía que decir con seguridad con respecto a él, él era su novio, vivía con él y se llevaban muy bien, pero era el único que sabía el verdadero revoltijo de angustias y preocupaciones en el interior de la cabeza de Ash

- ¿Tu vida de pareja se ha visto afectada?

- Bueno, pues...


Pensó en la relación de ambos. Nunca habían dejado de besarse, de tomarse de las manos y abrazarse mientras dormían juntos, ella se sentía amada por él y nada de eso le parecía afectar, pero entre todo lo que ocurría entre ellos si había algo que claramente se había visto afectado. El rostro de Ash inmediatamente comenzó a enrojecerse al pensar en la posibilidad de comentarlo, la vergüenza era mucha, especialmente porque jamás había hablado con alguien más sobre eso, pero la pantera, ya con toda su experiencia a cuestas y al ver la mueca de vergüenza de la puercoespín comprendió.

- ¿Tu vida sexual sí?


Súbitamente el rostro de Ash comenzó a hervir al escuchar esa declaración de parte de su psicóloga. No esperaba en ningún momento tener que hablar sobre su vida sexual, su vida privada. Titubeó un momento antes de responderle, pero ese titubeo es lo que le terminó dando la razón a la pantera.

- S...ss... bueno... sí – finalmente admitió totalmente ruborizada


La pantera hizo una mueca con una ligera sonrisa al ver la vergüenza que su paciente se encontraba mostrando.

Sing: Ash y Johnny, su primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora