❝Allison Black❞
Ella pone su espíritu en una copa. Ella siempre sabe donde esta la multitud. Ella pone su boca alrededor del cigarro, yo se lo sacó porque a ella le gusta. Ella siempre baila cuando esta lloviendo.
Allison se dedica a observar a los clientes del bar frente a ella, el lugar se encuentra repleto, y sus compañeros la dejaron sola esta noche. El reloj marca las doce, la hora en que su cumpleaños numero veinte comienza, pero ella ni siquiera logra notarlo entre tanto bullicio. Y aunque normalmente, el bar no comienza a llenar a estas horas, la castaña hace su mayor esfuerzo para entregar los tragos a la clientela.
No hay una razón consistente en su cabeza por la que comenzó a trabajar allí, tal vez fue la primera vez que llegó por un trago, cuando analizo su alrededor pudo notar aquello que, por así decirlo, la cautivo. No se trata del sucio hedor a alcohol mezclado con otros olores que apenas quiere pensar, de hecho le fue fácil acostumbrarse a aquello, al fin y al cabo, en su adolescencia tuvo tiempo de habituarse a esos aromas. La verdadera razón por la que consiguió aquel empleo fue ver a aquellas personas a su alrededor, quienes se encuentran en el peor de los momentos donde solo quieren alcoholizarse y olvidar lo demás, viendo aquello en las personas, no se sintió tan miserable.
Casi un año atrás, Allison se graduó de la Escuela de Ciencia y Tecnología de Midtown con excelentes calificaciones, su puntuación fue excelente, su único desnivel trataba de esa vez que tuvo que recursar el año cuando sus padres murieron. Sin embargo, ahora apenas recuerda sus años escolares, de hecho quiere olvidar todo de esa etapa de su vida. Eso es lo que hace en el bar: olvidar.
La castaña observa al chico acercarse hacía la barra, el pelinegro toma asiento justo frente a ella. Allison rueda los ojos antes de ir en busca de su trago habitual, le toma apenas un minuto prepararlo. El chico lleva sus manos al pequeño vaso para acercarlo a su boca rápidamente. Le suelta un sonrisa a su amiga. Es aquella sonrisa entre pícara y encantadora que lo caracteriza, pero él no intenta conquistar a nadie con ella, de todas formas son varias las mujeres que se lo quedan viendo.
— Es difícil librarse de ti —bromea la castaña, en un tono sarcástico.
Allison comprendió que si había algo en su pasado, mejor dicho alguien, de quien no se pudo librar se trata de su mejor amigo, Alex. Pero eso no le importaba, al final de todo es quien nunca le falló.
Aunque a la chica se complica pensar en que Alex se haya mudado en el momento que ella se fue de Queens, no hace preguntas. Al final de todo cuando se alejó de su familia y amigos, se quedo absolutamente sola y aunque eso es lo que más desea luego de tantas mentiras y secretos, necesita alguien con quien compartir una relación que no sea solo carnal como las que suele tener en el bar. ¿Qué mejor que eso que a alguien como Alex? Quien es como un hermano para ella.
— Feliz cumpleaños —espeta él.
La de ojos castaños no tiene más que sonreír, a la par que toma le quita el trago para llevarlo a su propia boca. —Gracias.
Sus ojos se dirigen detrás de su amigo para ver una de las mesas apartadas del bar, ella no tarda en rodear la cantina para acercarse al grupo de hombres en ese lugar. Sus tacones resuenan a la par que sus pasos aumentan la firmeza, los bucles de su cabello vuelan detrás de ella como si se tratara de una propia capa.
El hedor a alcohol se escabulle entre sus fosas nasales de una forma contundente al pararse frente a los dos hombres. Uno de ellos, el que ella divisa como el calvo con campera de cuero fue quien empujo al otro contra las mesas, el otro hombre, más joven y pelirrojo se levanta para intentar golpear al calvo. Pero Allison lo toma del brazo para arrojarlo contra la mesa nuevamente.
— Déjanos seguir con esto —casi ordena el de la campera de cuero, pasando por encima de la castaña.
— Los dos pueden seguir su camino fuera de mi bar —su voz suena firme y casi podría asustar a cualquiera, se escucha como una advertencia, pero son hombres, ella sabe que la subestimaran.
El hombre calvo suelta un sonrisa asquerosa cuando la toma fuertemente del brazo, con la fuerza suficiente para dejar un moretón a cualquier persona normal. Para la mala suerte del hombre, ella no tiene nada de normal en su organismo. Su cuerpo hierve en fuego quemando la mano del hombre de manera irreparable, no se toma tiempo antes de tomar a los dos de los brazos.
Los gritos de dolor de estos se escuchan por todo el bar, aunque todos se les quedan viendo ninguno logra entender porque tanto alboroto. Es claro que Allison se rodea del fuego que la mantiene viva. Ella no es simple, no lo es desde el momento que volvió de la muerte.
La castaña frunce los labios ignorando el alrededor mientras aumenta el calor en sus manos, los hombres la observan con terror hasta que son arrastrados fuera del bar. Allison los lanza contra las calles de Nueva York, sin importarle el dolor que dejó en ellos, y sin mirar atrás, vuelve a la cantina.
El hombre calvo observa su brazo para notar la marca de la mano de la chica de la cantina, una cicatriz que probablemente no se vaya más de su cuerpo, por dentro se pregunta como una chica tan visiblemente indefensa le haya generado tal desastre.
Lo que sucede es que él no lo sabe, esa chica indefensa existió en Allison, pero murió hace meses. Porque ahora, ella se encuentra detrás de esa barra de tragos, pareciendo una más del montón, pero ella sabe el poder que posee, y sabe usarlo a su favor.
Allison pudo ser esa chica tonta a la que engañaron, que confió y decepcionaron. No obstante, esa chica murió, y quien volvió a la vida fue alguien totalmente diferente. O tal vez, solo se convirtió en lo que verdaderamente es. Aquello que se escondía tras las sombras de su hermana.
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PHOENIX ─THOR ODINSON [RAGNAROK]
Fanfiction❝Si me pides fuego, arderá todo.❞ 〔segundo libro de la saga de fanfics POWER〕