CAPÍTULO 2

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❝feliz cumpleaños❞

Justo ahora estoy en un estado mental en el que quiero estar  todo el tiempo. Ya no me quedan lágrimas para llorar, así que estoy recogiéndolas. Estoy amando, estoy viviendo. Estoy recogiéndolas. No tengo lágrimas en el cuerpo. Yo huí pero, chico, me gusta.

      En la mañana de su cumpleaños numero veinte, Allison termina de cerrar el bar, toma su bolso para meter dentro algunas botellas de sus bebidas preferidas, y se apresura a salir por la puerta, no sin antes asegurar con las llaves

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      En la mañana de su cumpleaños numero veinte, Allison termina de cerrar el bar, toma su bolso para meter dentro algunas botellas de sus bebidas preferidas, y se apresura a salir por la puerta, no sin antes asegurar con las llaves. Se dirige a su apartamento, el cual se encuentra a dos calles de su trabajo, con las piernas cansadas de la noche que tuvo que pasar en el empleo. Por suerte, Alex la ayudó para atender a los clientes, pues luego de la disputa entre los dos hombres, el lugar se llenó de gente. Y aunque intentó llamar a su jefe para que algunos de sus compañeros la ayudaran, él siquiera atendió las llamadas. 

No fue la mejor manera de comenzar a su cumpleaños pero no le da mucha importancia, su único plan es seguir el día como cualquier otro. Tal vez con la ventaja de llevar a su apartamento algo de alcohol, y festejar con ella misma. Se escucha triste, pero para ella es un gran plan. En el último año comprendió que a veces ser tu propio acompañante no tiene nada de malo.

Su creencia se fortaleció a medida que su estado mental encontró esta medida perfecta para mantenerse. Ella siempre tuvo en claro que al separarse de su familia, de Emma, quien era un madre para ella, de Tony, quien era como un tío, y de su propia hermana, debía encontrar un nuevo camino. Al principio, la idea era encontrar nuevas personas, no obstante eso fue casi imposible, se encontró con que todo dentro de suyo había cambiado, veía a las personas como gente que puede llegar a herirla, así que se tiene a ella misma. Tal vez la soledad no es la mejor solución, pero así esta bien, se recuerda.

Al llegar al edificio cruza rápidamente la puerta para subir hacía su piso, pero antes de lograr hacerlo escucha el grito de Stan, el dueño del pequeño edificio donde se hospeda, Allison suelta una maldición por haber armado tanto alboroto al entrar. Se gira lentamente hacía el anciano quien la observa con el ceño fruncido. Stan, raramente se encuentra en el edificio pero cuando lo hace es muy molesto con los sonidos. 

— ¡Allison! —suelta el grito—. Las personas se están quejando de la música en tu apartamento, es la última advertencia. —gruñe.

— Es la primera en realidad —aclara ella. 

— ¡Y la última! —escupe el anciano apuntándola con su bastón.

— Es que hoy es mi cumpleaños, y quería escuchar música —intenta convencerlo, pero Stan se aleja, ignorándola. 

La castaña sigue su camino hacía el segundo piso, al entrar a su apartamento lo primero que hace es dejar las botellas sobre la mesada de la cocina, y se lanza hacía el sillón en medio de la sala. 

PHOENIX ─THOR ODINSON [RAGNAROK]Where stories live. Discover now