Capítulo VI

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Cuando Yoongi ingresó en el teatro se sentía verdaderamente ansioso por volver a ver a Jimin, pero sentía mucha más ansiedad por verlo bailar, creía que el joven tenía un gran talento escondido bajo toda esa vergüenza y distracción que le había visto al momento de entrar al ascensor la primera vez. Le agradaba el hecho de que le había reservado uno de los asientos del frente y se alegraba muchísimo porque desde ese lugar podría verlo a la perfección.
 
Frunció el ceño cuando un bailarín de cabello pelirrojo se apoderó del escenario al comienzo de la presentación. Debía admitir que el joven Jung se movía con mucha precisión y pasión, hacía suspirar a más de uno en el teatro, pero Yoongi no pudo prestarle atención porque estaba esperando que su bonito chico de cabello anaranjado apareciera.
 
Al terminar la presentación de Hoseok, unos cuantos bailarines más entraron en escena. Se movían de dos en dos, excepto el primero que había entrado solo, Yoongi volvió a sentir decepción cuando Jimin no apareció en el escenario, quería ver sus bonitos ojos avellana otra vez y acariciar sus cabellos anaranjados.

Soltó un largo suspiro y miró con más curiosidad cuando un nuevo chico solo entró en el escenario, su cabello de color rosado contrastaba contra el atuendo negro que tenía puesto, pero en cuanto vio los ojos del joven su corazón se detuvo.
 
Jimin.
 
Su cabello estaba rosado, no pasó desapercibido para Yoongi que era el mismo rosado de la tarjeta que le había enviado con las flores, Jimin tenía una gran imaginación. A pesar de que todos los bailarines en escena eran muy buenos, el mayor no había podido apartar sus ojos del joven bailarín que había conquistado su corazón en ese ascensor detenido. Los movimientos de Jimin eran suaves y con una gran elegancia, bailaba incluso mejor de lo que había imaginado Yoongi mientras se acostaba en su cama cada noche.
 
Jimin era simplemente maravilloso.
 
Yoongi nunca había asistido a una presentación de baile, pero sin duda esa pasaba a ser su favorita para siempre. El simple hecho de que Jimin lo habían invitado ya lo hacía especial, pero al haberlo visto moverse de ese modo, con tanta pasión y amor por su sueño, convertía esa en una maravillosa presentación que no olvidaría jamás. Se sentía orgulloso por haberlo ayudado, el mundo no podía perderse ese talento que poseía Park Jimin.
 
En el transcurso del baile, Yoongi deseaba con todas sus fuerzas ver a Jimin bailando solo, no es que los otros bailarines lo opacaran, todo lo contrario, definitivamente Jimin opacaba a todo el mundo arriba del escenario, pero quería concentrarse sólo en él, verlo a él sin que nadie se estuviese atravesando. Por su cabeza pasó una idea verdaderamente tentadora.
 
Tener a Jimin en la sala de su casa bailando solo para él. La idea era tan aterradoramente bella que se le erizaron los vellos de todo el cuerpo. Todo su cuerpo se paralizó cuando una voz que sólo anunciaba los solos irrumpió en el silencioso teatro.
 
Jimin sentía que su cuerpo temblaba como gelatina, sólo unos minutos atrás la profesora le había dicho que tenía que tomar el lugar de Hoseok en el baile final, al parecer Hobi se había puesto tan nervioso que tuvo un ataque estomacal, sabía que Jung Hoseok se tomaba esas cosas muy enserio porque era un apasionado tanto como él, se sentía mal por ocupar su lugar en una presentación tan importante, pero Jimin era el único que conocía a la perfección los pasos y en palabras de la profesora, debía salvar la obra.
 
Soltó un largo suspiro cuando por el parlante mencionaron que era el último acto y al final de la oración su nombre. El vestuario de Hoseok le quedaba un poco grande porque el chico era varios centímetros más alto que él, pero con un poco de improvisación habían hecho un buen trabajo.
 
Llevaba una mayas azules junto a una camisa negra que le llegaba hasta la mitad de los muslos, a la profesora le gustaban las escenografías oscuras por eso todo era en colores tan apagados, pero el cabello tan chillón de Jimin impedía que fuera tan lúgubre como ella lo prefería.
 
—Lo harás excelente, Jiminie — la voz de su compañero lo sacó de sus pensamientos, Hoseok se veía realmente muy pálido y Jungkook lo ayudaba a caminar. Jimin quiso decir algo, pero en el momento en que abrió la boca, Jung lo empujó hacia el escenario donde el telón comenzaba a abrirse.
 
Yoongi sintió todo su cuerpo arder ante la anticipación, escuchar que Jimin había tomado el lugar de Hoseok en el último baile era lo más maravilloso que había escuchado en mucho tiempo, por supuesto después de la voz de Jimin que era la más dulce y angelical que había oído jamás.
 
Cuando lo vio en el centro del escenario pudo notar el nerviosismo en sus ojos, esos hermosos ojos avellana que conoció en el ascensor ya no estaban apagados, ahora iluminaban todo alrededor como dos faros.

Atrapados - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora