La salida

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Salí de ducharme, me cambié y fui hasta la habitación de Hanna

— ¿Qué tanto hacen? -me recargue en el marco de la puerta-

— Hablabamos sobre Jose Luis y como es que trae loca a Hanna

— No me tiene loca, Joy

— Si claro, como si alguna de nosotras dos te creyera -sonreí-

— ¿Cuánto duran tus sesiones?

— Suelen durar 2 horas cuando máximo, ¿por?

— Me han recomendado una pelicula y quería que la vieramos juntas, ¿qué dicen? -Joy nos miró-

— Por mi no hay problema, ¿por ti Ash? -negué- en cuanto termines subes a mi cuarto y la vemos

— Está bien, me voy -hice media sonrisa y baje al dichoso cuarto de clases- ya estoy lista

— ¿Cómo estás? -sonrió Raúl-

—Bien, ¿y tú? ¿Listo para empezar a soportarme?

— Estoy bien, y no eres molestia Ash me gusta ayudarte -sonrió- ven, sientate. Iniciemos con la clase

Raúl estuvo hablando durante un rato pero no le preste atención en absoluto, estaba más concentrada en saber quién era aquel chico de ojos increíbles

— Ash, ¿estás prestandome atención? -dijo al verme tan distraída-

— Si, claro -lo mire nerviosa- me preguntaste si primero quería platicar sobre mis recuerdos o dibujarlos, y prefiero la primera opción -ni siquiera supe lo que dije, solo lo pensé y mi boca lo soltó inmediatamente sin darme la oportunidad de razonar lo que iba a contestar-

—abrió los ojos— si que lo recuerdas, tu mirada estaba tan perdida

— ¿Entonces lo que dije si es lo que me platicaste? -asintió y me quedé sorprendida porque apesar de estar en mi mundo pude escuchar todo lo que Raúl me decía-

— Se notaba que no me estabas prestando atención en lo absoluto, ¿en qué pensabas?

— En... cosas

— ¿Qué clase de cosas?

— Amm... en la escuela vi una exposición de pinturas que llamó mucho mi interés, me quede pensando en la gran habilidad de quienes las hayan pintado -mentí-

— Interesante -anotaba algo en su libreta- ¿quieres contarme más acerca de esa exposición?

— ¿No iba a platicar mis recuerdos? -empecé a jugar con mis dedos por mi nerviosismo-

— Si pero lo que acabas de hacer hace unos minutos es un avance, por lo que me decía Laura no podías concentrarte en las clases

— No puedo hacerlo, ella solo me decía una y otra vez lo que ibamos a hacer porque no entendía nada. Y lo de hace rato -dejé caer mi cabeza hacia atrás- hasta para mi es raro

Durante la siguiente media hora tuve que mentir con respecto a la exposición de mi escuela, pero no de su existencia, de hecho ayer fui con Joy a verla así que con lo que pude observar se lo conté a Raúl. No me gusta mentir pero tampoco estaba preparada para confesarle que pensaba en un chico.
Exagere con respecto a las pinturas, el ambiente, los retratos... Todo lo acomode a mi modo pero de a poco se me iban acabando las mentiras hasta que afortunadamente el ruido de la puerta nos interrumpió

— Adelante -tocaron nuevamente- ¡adelante! Parece que no quieren entrar, espera aquí -se levantó de su silla y abrió la puerta- Mauricio, pensé que ya te habías ido a tu casa

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