Capítulo 9 🌸 -Final-

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—¿Te duele mucho? —preguntó Kangin, tomando la mano de JungSoo entre las suyas y depositando un casto beso en ellas. Decir que estaba preocupado y asustado era quedarse demasiado corto.

—Duele como el infierno —murmuró JungSoo sonriendo y frunciendo el ceño casi al mismo tiempo en que una nueva contracción lo alcanzaba.

Apretaba con fuerza la mano que Kangin le ofrecía como único consuelo ante el dolor, para después aflojar su agarre con un suspiro y una leve sonrisa.

Y eso era lo que Kangin amaba de su pareja; JungSoo era tan fuerte y sereno en situaciones complicadas como esas, todo lo contrario a él, que estaba hecho un completo lío en medio de esa pequeña sala de hospital.

Era solo cuestión de pocos minutos para que JungSoo fuera llevado al quirófano.

Las muecas de dolor en el rostro de JungSoo eran cada vez más seguidas, pero aún asi no perdía esa alegría que brillaba en sus ojos.

— Todo va a ir bien —le susurró con ternura, alborotando los cabellos ajenos con su mano libre— .Te lo juro.

—Gracias —respondió JungSoo, atrayendo la mano izquierda de Kangin y besando el anillo que hacia par con el suyo— .Estoy tan feliz.

—Yo también lo estoy —.Kangin acarició con suavidad el abultado vientre de LeeTeuk por encima de la bata de hospital, tratando de calmarlo con suaves caricias, como lo hacia siempre.

Los siguientes minutos pasaron tan rápido, que Kangin sintió como le estrujaban el corazón cuando un grupo de enfermeras se llevó a toda prisa la camilla de JungSoo hacia el quirófano, haciendole soltar su mano y perder todo contacto con él.

Se dejó caer en el mueble negro de la sala de espera.

A su lado descansaba una pequeña mochila con todo lo necesario para el nacimiento de su bebé.

Kangin la tomó entre sus manos y sacó con cuidado un pantaloncito blanco un poco mas grande que la palma de su mano.

—Todo va a ir bien... —murmuró para si mismo al notar como se encendía una luz verde sobre la puerta del quirófano.

Apretó sus manos con nerviosismo, hasta sentir como el anillo que llevaba se marcaba en su piel.

Ohhh, el anillo...

Y una sonrisa boba se formó en su rostro al recordar aquel suceso...

Tres meses habían pasado desde que JungSoo había decidido darle una última oportunidad, y ya se sentía la persona más afortunada del mundo... todo era perfecto.





El viento jugueteaba con los cabellos de JungSoo, mandándolos a volar pese a los miles de intentos de un frustrado Leeteuk.

Kangin lo miraba divertido, gozando de una buena y adorable vista; evitando reír en ratos para no enfadar más al otro.
Después de todo, sí que había sido una buena idea subir a la azotea del edificio.

—Tenemos que volver al trabajo —refunfuñó Leeteuk ajustando más su chaqueta para protegerse del frío— .Vamos ya, Kangin.

—Aún no quiero.

—¡¿Qué?!... Si el jefe se da cuent...

Kangin le sonrió travieso y antes de que el otro pudiera reaccionar, saltó sobre el balcón manteniendo un perfecto equilibrio.

— ¡Estas loco! —chilló Leeteuk desconcertado— .¡¿Quieres matarme de un susto o qué?!.

— A nadie le gustaria eso —exclamó guiñandole un ojo.

Solo una vez más. {KangTeuk} 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora