Solo una vez más. {KangTeuk} 🌸

Capítulo 3 🌸

Ya habían pasado ocho años desde que había pisado el lugar,  pero a pesar del tiempo aún podía escuchar esas palabras tan dolorosas que salieron de los labios de JungSoo.

"Adiós Kangin y por favor… Ya no vuelvas a buscarme."

YoungWoon mecía su silla hacia atrás,  recordando todos los momentos hermosos que pasó ahí con JungSoo. Momentos que se destruyeron por culpa suya,  por su maldita adicción al alcohol.

Pero todo eso cambió, hace casi dos meses que había terminado su rehabilitación y ahora era un hombre nuevo, excepto su corazón que aún seguía herido y enamorado locamente de JungSoo.

YoungWoon salió del local decidido a despejar su mente y es que casi todo el tiempo se la pasaba pensando en su Leeteuk, en todo el amor que sentía por él, y en todas las cosas que hubiera hecho por recuperarlo.

Caminó por la calle cubierta de flores, sonriendo de vez en cuando al ver a los pequeños jugar hasta el cansancio. Dejó escapar un suspiro al notar dónde sus pies inconscientemente lo habían llevado -El parque de diversiones -, caminó lentamente recordando todas las sensaciones de la primera cita, del primer beso,  de su confesión...

—¡Kim Young Woon, más te vale que bajes de ahí! —.El castaño se llevó ambas manos a la cabeza, ya no sabía que más hacer, era la quinceava vez que le repetía lo mismo y el otro no le hacia ni caso.

—No me voy a bajar hasta que digas que sí aceptas salir conmigo.

—¡Eres un necio!... ¡Te vas a matar! —gritaba desesperado JungSoo mirando como Young Woon daba un paso más cerca al precipicio,  y es que estaban en la azotea del edificio dónde trabajaban —en el doceavo piso —. Un paso en falso y Kangin podría caer y morir al instante,  y solo porqué Teuk se había negado a salir en una cita con él.

—¡JungSoo me traes loco!… ¡Por Dios!... ¡No sabes cuán loco estoy por tí, ángel! —gritó Kangin con los ojos cerrados y ambos brazos extendidos,  con una sonrisa juguetona en el rostro. Dio un paso más hacia adelante, provocando que el corazón de Leeteuk se detuviera por el susto.

—¡Está bien! ¡Tú ganas! ¡Saldremos en una cita,  tú y yo solos!… ¡Pero demonios! ¡Baja de ahí de una maldita vez!.

—¿Enserio?... ¡Quiero que lo jures! —habló YoungWoon, alzando la voz lo suficiente para que Teuk escuché.

—¡Eres un idiota desconfiado! —contraatacó JungSoo, logrando que Kangin diera un paso más hacia la nada,  así que añadió rápidamente—: ¡Lo juro!...¡Saldremos juntos!.

Y como por arte de magia,  Kangin bajó del muro con un solo salto y caminó hasta quedar a escasos centímetros del rostro de JungSoo.

—Ya no puedes rectificarte, angelito —sonrió traviesamente Kangin.

—Estúpido y loco Kim.

—Te aseguro que no te vas a arrepentir de esto, JungSoo.

YoungWoon se sentía en ese momento el hombre más afortunado del mundo. Había quedado prendado de JungSoo desde el momento en que lo vio entrar por la puerta de la oficina, y se había jurado a sí mismo conquistarlo de cualquier manera.