Capítulo 26

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Matilda terminó de escribir aquella nota con un deje de duda; estaba confundida por la extraña conducta de su acosador.

Cuando recibió aquel primer papelito se sintió algo confundida, nerviosa y hasta asustada.

¿Cómo era posible que alguien la hubiera visto llorar?

Aquel día Matilda llegó tan tarde a la universidad que perdió su primera clases.

Había sido imposible para ella llegar antes pues no había alistado con anterioridad su indumentaria de natación a pesar de llevar ya varios años en el equipo. Pero tenía una razón para ello, y era que esa semana habían trocado las fechas en que harían el mantenimiento de las piscinas y al parecer resultaba más fácil cambiar los entrenamientos que el mantenimiento.

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