Capítulo 28

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Como ese no era su horario habitual de entrenamiento Matilda debía retirarse algunos minutos antes ya que debía asistir a su última hora de clase.

Su novio, Daniel, conocía bastante bien sus horarios y sabía que ese día ella estaría en clase desde las 12 hasta las 4 de la tarde, tiempo que empleaba para "jugar", como lo llamaba él. Lástima para Matilda que Daniel no contaba que su novia no tendría su clase de las 12, y mucho menos que en su hora de "juegos" se toparía con ella.

Eran cerca de la 1:50 de la tarde y Matilda acababa de salir de la piscina, debía irse uno minutos antes para alcanzar a llegar a su última clase del día —por culpa de esos ineptos que no son capaces de coger un maldito calendario he perdido medio día de clases— pensaba ella algo enojada mientras se dirigía a los baños de la universidad para poderse organizar. No era algo propio de la chica andar "insultando" a alguien por una equivocación, pero no podía evitar enojarse por haber perdido ya tantas clases sólo porque alguien no miró bien las fechas en su calendario.

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