Un comienzo

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Era un fin de semana, en el año 2021, en una ciudad de Japón. Taik estaba paseando cuando, de repente, vio a un gato dirigiéndose al bosque. Ella lo siguió. Pronto perdió de vista al gato y no sabía el camino de vuelta.

Dio vueltas por todo el bosque hasta que encontró una espada clavada en una piedra. Los arboles formaban un circulo casi perfecto rodeando la espada y eso llamó la atención de Taik, así que se acercó a observarlo todo más de cerca. Parecía que la espada no se podía sacar, pero eso a Taik no le importó. Se acercó a esta e intentó sacarla de la piedra. Le costó varios intentos, pero lo consiguió. Al sujetarla se sentía mareada, con ganas de vomitar. De la nada apareció una vaina. Ella la vio, la cogió y guardó la espada. Se fue en dirección a su casa directamente, como si se supiese el camino de toda la vida, pero ella en lo único que pensaba en descansar.

Al llegar a casa, tiró la espada al suelo y se echó a la cama, se durmió en seguida. Pasados 1 hora, se despertó, pero ya no estaba en su casa, estaba en una especie de habitación pequeña con tan solo una cama. Lo primero que se le vino a la mente fue: "¿¡E-Estoy en la cárcel!?".

Entró un señor, quizás tendría unos 27 años. Taik se fijó que tenía la espada que ella había encontrado en el bosque.

- ¿Esto es tuyo? - preguntó el señor. - ¿Estás sorda? Dije qué si esto es tuyo.

- S-Sí. - Respondió Taik

- ¿Dónde lo encontraste?

- E-En el bosque de la ciudad. - Balbuceó.

Ella estaba muy nerviosa, tanto que casi no podía hablar.

- ¿Sabes lo qué es esta espada?

- N-No... - Casi ni se escuchó su respuesta.

El señor suspiró. - Bien, entonces sigue me.

Taik le hizo caso y le siguió por un recinto enorme. Ella aún estaba nerviosa

- Perdone, ¿cómo se llama usted? - Le preguntó

- Me puedes llamar Hido, y otra cosa, no seas tan formal, me molesta. -

"Que desagradable", eso fue lo que ella pensó de él.

- ¿Qué esta espada que me encontré en el bosque?

- Es una espada creada por los Creadores. Como esta hay 20 espadas más, cada uno con un poder distinto, o como nosotros lo llamamos, una maldición distinta. Pero esta es más poderosa, por decirlo de algún modo.

- ¿Quiénes son esos Creadores?

- Son los dioses de este mundo, los que crean todo, los que eligen tu destino. Los que controlan tu vida y juegan con la vida y la muerte.

- ¿Entonces que me haya encontrado con la espada y la haya cogido ha sido elegido por uno de esos Creadores?

Hido hizo una sonrisa segura. - Veo que lo pillas rápido, ¿alguna otra pregunta?

- Sí, ¿qué son y para qué sirven esas espadas?

- Como dije antes, son espadas creadas por los Creadores con una maldición cada una de ellas. La primera persona que sea capaz de sujetar la espada, será su portador hasta que muera, quiera o no. Si una espada se rompe alguna vez, su portador morirá al segundo sin poder hacer nada para detenerlo.

Taik no entendió muy bien eso ultimo del todo, pero hizo otra pregunta. - ¿Qué maldición tiene mi espada?

- Cuando el portador de esta arma muera... Renacerá un tiempo atrás. Lo que no se sabe es que pasa cuando esta se rompa, ¿el portador renacerá o ya no podrá hacerlo más y morirá?

Hubo un silencio de 5 segundo, parecieron eternos y fue muy incomodo, sobretodo para Taik.

- La razón por la que te traje aquí y a la espada es para saber que pasa con el portador de esta espada cuando se rompe. Lo más posible es que pienses que yo nunca sabría si revives o no, así que resumiendo, quiero que al menos en esta linea temporal estés MUERTA.

Cuando Hido estaba a punto de romper la espada, la luz se apagó. Por el desconcierto, no pudo acabar de romperla. Cayó al suelo inconsciente, ya no tenía la espada. Taik tenía los ojos cerrados deseando el no morir, no podía pensar en nada más aparte de eso.

Espadas malditasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora