—¿Donde está?— preguntó Foster.
—Le gusta llegar tarde— contestó May.
—Es una diva— añadió Roger.
—Pues como si es la reina de Inglaterra , como no llegue en cinco minutos os vais a la puta calle, porque esto parece una puta broma— gritó Foster poniéndose de pies y golpeando fuertemente la mesa.
—¡Hola, hola!— dijo Freddie apareciendo por la puerta —. Me estabais esperando, que amables sois— continuó bromeando.
—Déjate de gilipolleces y vamos a lo que vamos, la canción— dijo Foster algo más calmado —. No está mal, pero podía estar mejor—.
—¿Cómo que mejor?— dijeron todos a la vez, encabezado por Freddie.
—¿Mejor?— añadió Roger —. Ha sido la canción en la que hemos trabajado más tiempo, ¿y dices eso?—.
—A ver, es pegadiza pero le falta ritmo y es algo compleja. No creo que triunfe entre los jóvenes—comentó Foster —. Pero entenderme, esto es un negocio, y aquí lo que importa es el dinero—.
Freddie empezó a reírse.
—Escúchame un momento cabezón con patas— le respondió Freddie molesto —. Queen lo escucha todas personas que aprecian la buena música y no gente incompetente como tú, que solo se quieren llenar los bolsillos—.
Tras esto, Freddie seguido de May, John y Roger salieron por la puerta, dejando a Foster mudo.
