Mercedes Möller

254 23 3
                                    

Villa Ruiseñor, Chile. 1948.

Inocente, ¿qué otra palabra podría describirla mejor que esa?
Se le notaba a kilómetros lo ingenua que podía llegar a ser y la inteligencia que podría presumir. Buena familia, buenas notas, y en general una buena vida, ¿qué más necesitaba? Y aunque una sonrisa estuviera dibujada en su boca la mayor parte del tiempo nadie notaba la ausencia de luz en sus ojos, lo vacío que estaba su ser, las ganas de su alma de escapar del cuerpo; nadie, absolutamente nadie era capaz de verlo.

Mercedes, hija de un hombre rico y una madre cuyo nombre se hallaba labrado en una lápida, hermana menor de dos varones. Una mujer rodeada y criada por puros hombres que la protegían con su vida quitándole lo más importante, su libertad.

Tenía un imparable afán por siempre decir la verdad, sin pensar dos veces en las consecuencias de sus sinceras palabras. ¿De dónde lo sacó? Será un misterio, ya que su familia acostumbraba a guardar todo debajo de la alfombra.
Sin embargo, era una excelente amiga (aunque a veces era algo irritante), si alguien le pedía que guardara un secreto era lo mismo que pedir que se lo contara a medio pueblo y a pesar de eso, era una chica con ética y moral, respetaba la privacidad de los demás siempre y cuando no haya sido escuchada o visto por ella, no pedía explicaciones cuando sabía que no se las merecía, intentaba ser respetuosa y no implantar prejuicios sobre la gente por sólo su apariencia.

Soledad, otra palabra que también se puede agregar a su descripción. Sólo tenía dos amigas que la hacía de lado en varias ocasiones por no ser como ellas, por no tener los mismos absurdos intereses.

Había algo que la atormentaba día y noche, era la idea de intentar aparentar perfección. Se veía obligada a ocultarse bajo una máscara, a vivir en una mentira que hasta ella misma se implantaba en la intimidad de su habitación, frente al espejo se esforzaba por detener los traicioneros latidos de su corazón.

El nombre de mi insomnio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora