Los papeles cambiaron

52 3 0
                                    

Narra Camila

Estabamos todos en la mesa de la cocina, desayunando. Yo había preparado Frappe con unos muffins de chocolate con crema. Shawn los quería, pero al prepararlos le salió un desastre, así que yo me ofrecí.

-Que es lo que tienen tus manos? -pregunta Shawn dandole otro sorbo

-Dedos...-reponde burlona Sofia

Reí -no, no tengo nada -la miré -gracias a mi mad...-me callé -gracias a un libro que tengo en casa, preparaba siempre para Sofi lo que quisiera -el me sonríe

-Pues ahora puedes prepararlos cuando quieras -me guiña un ojo -con la condición de que también me lo hagas para mí -reímos

-Cuando gusten -sonreí y me levanté. Fui a lavar los cuviertos que yo ensucié

-Iré a ver la televisión -avisa Sofi y se va

Ni miré y seguí con lo que hacía, hasta que siento que alguien se pone a mi lado.

-Oye, gracias en serio por lo que haces por mi...pero -me interrumpe

-Nada de gracias ni peros; esta es tu casa y estás aquí conmigo, ok? No tienes otro lugar a donde, y aquí tendrás todas las cosas que necesites -lo miré con una pequeña sonrisa -y...ni te sentirás sola -lo miré nerviosa y noté su sonrisa pícara.

Eso me hizo recordar a una pregunta que le haría hace rato.

-Por cierto Shawn...¿qué pasó con mi ropa? -pregunté algo nerviosa y ansiosa por lo que me diga

-La tiré...-sonreí en mis adentros

-Ahá...y, seguro me cambió tu madre, no? -el se me hacerca, dándo un recorrido a sus ojos por todo mi rostro

Me encanta esa cara que pone. Al parecer los papeles cambiaron.

-Te recomiendo pensar mejor...-me sonríe

-Qué? acaso fuiste tú? -pregunté esta vez con una sonrisa

-Acaso no puedo? Te recuerdo que estás en mi casa, y puedo hacer lo que yo quiero por lo que ya sean de mi pertenencia -siento sus manos sujetar suavemente mis muñecas

-Ah si? Pues si así va el juego, yo también puedo hacer lo que quiera. Por que te recuerdo que "alguien" me dijo que esta es mi casa

-No veo por qué no...puedes hacer lo que quieras, nadie dirá nada...nadie verá -sonríe pícaro y yo muerdo mi labio inferior. Y esa fue la gota que bastó para llenar su vaso.

Me sujeta de la cintura y me aprieta contra el, haciendo que suelte un largo gemido. 
Me hace retroceder y me lega contra la puerta de la cocina, así aprovechando también para cerrarla con llave. Me sujeta del rostro fuerte y me besa, haciendo que mi corazón lata como nunca lo hizo. Baja sus manos a mi trasero, haciendo que gima entre el beso. Me levanta y hace que rodee su cadera con mis piernas.

El va subiendo mi remera, más bien su remera, ya que el me la puso. Me lo quita completamente, dejandome sólo con bragas. Esa última prenda bastaba, solo esa; pero se detuvo repentinamente.

Su rostro demostraba nervios, miedo y odio a la vez. No sé como decirlo.

-Que pasa, Shawn? -pregunté y el me baja

-No, no es nada...ah, yo...-desvía su mirada de la mía y hace lo posible por esquivarla. Iba a sujetar su rostro, pero abre la puerta y se va.

¿Y ahora que hice?

Alejate de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora