La Prostituta || 1ª y 2ª temporada ||

Capítulo 13: "Confesiones"

Narra Luke

Abrí la puerta de una patada y entré rápidamente. Cerré la puerta por si aparecía algún vecino y levanté la pistola inspeccionando el lugar.

"No vais a lograr escapar de mi" dije riendo con aire autoritario. "Será mejor que salgáis, os voy a encontrar de todas formas" 

Escuché un ruido que venía de la cocina y me adentré.

"Vaya vaya" dije lentamente mientras observaba el lugar "Si te apetece jugar al escondite, jugaremos, pero te advierto que si te encuentro te mataré. A no ser que salgas ahora" 

Una chica comenzó a salir de uno de los muebles y sonreí. Ella no podía ver mi rostro porque llevaba un pasamontañas. Podía ver el miedo reflejado en los ojos de la rubia.

Me acerqué a ella y la acaricié con la pistola.

"N-no me hagas daño p-por favor" dijo sollozando

"Dime dónde está Jeny y podrás irte, cariño" dije

"No sé donde está" dijo y le propiné un golpe en el mentón.

"No mientas" grité y la arrastré hasta el salón.

Saqué unas cuerdas de mi maletín y la até de pies y manos. 

"O dejas de llorar o te vuelo la cabeza" dije apuntándola con la pistola.

Su llanto creció y apreté los ojos. Fui hasta los dormitorios.

Entré en el primero y lo revisé de arriba a abajo. No había nadie. Fui al segundo y escuché un sollozo. Sonreí plenamente y entré.

"Hola" dije riendo haciendo que la chica que estaba detrás de la puerta diera un chillo.

"Sh sh" dije haciendo una mueca "no me gusta el ruido" 

La até con una cuerda que llevaba en el cinturón.

"Hijo de puta" escupió la chica y reí.

"No debiste decir eso" dije y le di un golpe con la pistola en la cabeza.

"Julia" gritó alguien saliendo del armario y sonreí.

"Hombre Jeny, qué alegría verte" dije subiendo los brazos.

"Eres un desgraciado, Luke" dijo y abrí los ojos en sorpresa

"Vaya, qué lista eres" dije quitándome el pasamontañas. 

Comencé a caminar hacia ella, alejandome de la otra chica que se había desmayado por el golpe.

"No te acerques a mi" dijo desafiante

"Podemos ahorrarnos muchas cosas si vienes conmigo" dije 

"Ni en tus sueños" dijo y me abalancé sobre ella.

Caímos en la cama y con mucho esfuerzo, conseguí atarle las manos. Con destreza la llevé al salón con su amiga y le até los pies.

"Qué bien os veis así" dije

"Muérete" dijo Jeny

Volví a la habitación a buscar a la chica y la cargué sobre mi hombro. Cuando regresé al salón, las dos chicas estaban intentando zafarse de las cuerdas y reí.