He's Not Afraid [KaiSoo]

✏ Capítulo 7 [FINAL]

Por eso estaba caminando hacía el metro, por eso le sudaban las manos de lo nervioso que estaba mientras que el tren avanzaba con rapidez hacía su destino. Las piernas le temblaron un poco a medida que avanzaba por la avenida hacia THUNDER, el único lugar en el que podía ir a probar suerte y encontrar a Kai.

Se detuvo frente al bar oyendo el bullicio opacado por las paredes, observó la grilla de espectáculos a un lado de la puerta y leyó 'show de baile', la esperanza no lo abandonaba del todo. Registró el lugar entero con la mirada y luego decidió acercarse a la barra dónde estaba Xiumin quién al verlo lo saludó con la cabeza.

Kyungsoo lo llamó con una seña y éste se acercó a él.

—¿Hoy viniste solo? —le preguntó.

A pesar de no ser amigos, Xiumin siempre lo veía encontrarse con Kai por allí, así que a veces, mientras esperaba al menor, conversaban un poco.

—Lo estoy buscando. —Xiumin alzó una ceja y lo miró.

—Llegas tarde, se marchó hace dos horas. —Kyungsoo se encogió de hombros y el mayor pudo ver un poco su desánimo. —Debe estar en su departamento ya —comentó. Kyungsoo asintió despidiéndose con un "gracias". Estaba a punto de marcharse, pero el otro lo detuvo cuando habló. —En realidad creo que llegas a tiempo... —Kyungsoo frunció el ceño, confundido.

—¿A qué te refieres? —cuestionó. Xiumin se mordió el labio inferior.

—Hoy fue su último show aquí.

Abriendo los ojos con sorpresa, Kyungsoo no se quedó a escuchar más, él simplemente salió del lugar como alma que lleva el diablo. Camino con paso apresurado hacia el departamento de Jongin. Con la mente aturdida y la respiración agitada, lo único que era capaz de pensar es en que no podía permitir que el moreno se fuera sin antes escucharlo.

Debía explicarle a Jongin que no quiso decirle lo que le dijo, porqué sólo eran mentiras estúpidas dichas por el maldito cobarde que era.

—¡Jongin! —golpeó la puerta del departamento del menor con fuerza. —Jongin, ¿estás ahí? —preguntó golpeteando de nuevo—. Abre, ábreme por favor —pidió. Pero la puerta no se abría y su desesperación y enojo lo estaban consumiendo. —Jongin, necesito hablar contigo.

En el silencioso pasillo solo se oía su respiración acelerada. Dejo de golpear la puerta y pegó su oreja a ella. Juró por todos los dioses del mal que conoce que escuchó un ruido ahí adentro. Era una voz... Una voz que no era de Jongin porqué esta parecía ser de mujer.

Un mal presentimiento lo invadió con rapidez, una punzada de celos al imaginar que había alguien allí con Jongin. Se enderezó y comenzó a golpear la puerta otra vez, con más fuerza y velocidad. Necesitaba que Jongin abriese la puerta en ese mismo instante.

—Deja de ser un chiquillo. —Se mordió el labio inferior con fuerza, rogando que sus palabras consiguiesen hacer que Jongin abriera la puerta. —Hablemos como adultos...

Espero un momento con el corazón en la garganta y parecían haber pasado años hasta que la puerta se abrió frente a él. Podría haber saltado en una pata de alegría por ello si hubiera sido Jongin quién lo hubiera hecho, pero no fue él. En su lugar, había una linda muchacha de pelo color rojo brillante y con una tez completamente blanca y perfecta mirándolo, de curvas pronunciadas y ojos claros que se clavaron en los suyos fijamente por largos segundos, pereció que lo estaba estudiando. Luego, ella se hizo a un lado indicándole que entrará, pero él no se movió ni un centímetro.

—¿Ya se fue? —La voz de Jongin se escuchó desde el baño, Kyungsoo vio al moreno salir de allí con una toalla sobre su pelo mojado. Jongin se detuvo en medio de la sala, atónito al verlo, Kyungsoo estaba igual.