i n i c i o

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  Tome mis cabellos pelirrojos con frustración, sentía un gran nudo formándose en mi garganta a cada segundo, había mordido mi labio inferior con angustia. Seguía sin poder creer como es que en cuestión de segundos tú, ya no te encontrabas conmigo, a mi lado, como siempre acostimbrabas a hacerlo.

  Había cometido un enorme error y no sabía cómo demonios podría arreglarlo, sin embargo cuando más trataba de no derramar una lágrima, parecía que mi cuerpo decía lo contrario, no podía verte en ese estado, no podía evitar sentirme culpable por lo que estaba sucediendo.

  Mi mirada se había detenido en tu cuerpo inerte, una cantidad de cables se mantenían conectado en ti. Mis manos se volvieron nudillos cuando vi completamente tu cuerpo, parecía como si estuvieras en un profundo sueño.

  Tu rostro se mantenía sereno, tranquilo y estaba un poco pálido debido a que hace varios días no habías presenciado los rayos de sol. Unos mechones de cabello intentaban cubrir tu hermoso rostro, tratando de darte un poco de vida. Casi por simple instinto, mi mano comenzó a acariciar tu mejilla con delicadeza.

  La enfermera me había dicho que el impacto fue demasiado grave, dijo que tuviste suerte de no quedar en estado paralítica, de alguna forma estaba feliz de que eso no sucedería, pero simplemente no podía dejar de pensar porque aún seguías dormida. Ya habían pasado dos meses desde aquel incidente que te arrebató de mi, no había visto más tus expresivos ojos color esmeraldas, no había escuchado más tu melodiosa voz.

  Recuerdo que mencioné que estaría contigo a pesar de la situación y lo estoy, estoy aquí contigo (T/N), estoy visitando te cada día para que nuevamente pueda ver tus ojos llenos de vida. Lo ansío demasiado.

  Espero, realmente espero, que todo vuelva a ser como antes cuando ambos siempre caminábamos de la mano sin decirnos nada, porque estando juntos era lo único que deseábamos.

  «“ — ¡Hiroto!— exclamó una joven de largos cabellos ondulados en color cafes, ella mantenía un balón entre sus pies por lo que decidió realizar un pase hacia el pelirrojo antes mencionado.

  Él pelirrojo antes mencionado mencionado tomo el balón que recibió de la fémina, pero antes de irse le envió una mirada de agradecimiento a la joven de nombre (T/N), quien al instante fue recompensada por un guiño de ojo.

  Hiroto había ejecutado su famosa técnica especial la "navaja meteoro", aquella técnica que finalmente les otorgó una victoria segura al equipo. La joven de cabellos castaños había tomado su muñeca con gran devoción, debido a que en aquella zona se encontraría su más grande tesoro.

  Un regalo de parte de el pelirrojo llamado Hiroto, quien le había obsequiado un hermoso brazalete. ”»

   Tomé tu mano derecha con suma angustia, no quiero evitar pensar que quizás te voy a perder, no quiero hacerlo, tu eres el amor de mi vida, la mujer que me enseñó a amar y la única persona que siempre me demostró su apoyo incondicional. Quisiera retroceder el tiempo y ver tu rostro nuevamente, decirte lo mucho que te amo y protegerte de todo lo malo.

  De verdad siento mucho no haber estado junto a ti, siento mucho no haberte protegido como siempre decía que lo haría, siento mucho arrepentirme de todo y siento mucho estarlo repitiendo.

  Solo quiero decirte que no puedo vivir en un mundo donde tu no estás junto a mi, (T/N).

«“ — ¿Que es lo que en verdad quieres saber?— cuestionó el de cabellos pelirrojos hacia la fémina frente a él.

IMPERSONATOR ━━ hiroto kiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora