f i n a l

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  Después de que esa persona se fuera del lugar un sentimiento de frustración me había atacado, dejándome ciertamente confundida al respecto. Ese chico de impresionantes cabellos rojos me recordaba a una persona, pero un dolor de cabeza me amenazaba cada vez que quería recordarlo.

  Un doctor había aparecido imprevistamente en la habitación, dirigiendo una mirada de reojo hacia la puerta un tanto sorprendido por la situación, debido a que el había entrado cuando el joven pelirrojo salió.

— Señorita Fudo, me alegra ver que a despertado— una sonrisa apareció de mis labios cuando escuché aquellas palabras. Él doctor había sacado una pequeña linterna de su pequeño bolsillo—. Observé de este lado— este colocó un dedo cerca de mi ojo izquierdo—. Todo parece indicar que esta muy bien, solo que tu rostro me dice lo contrarío.

— Es que...

  Mis orbes se dirigieron en dirección hacia mi hermano menor, quien mordió su labio un tanto frustrado por la situación.

— .. hay cosas que no entiendo y no puedo recordar— bajó la mirada.

— ¿Recuerdas que te sucedió?— preguntó el mayor un poco preocupado por tus palabras.

— No.

— Esto puede ser complicado— el doctor guardó su objeto en su bolsillo—. En el accidente tu cerebro pudo haber recibido daño, borrando ciertas partes importantes de tu memoria causando amnesia temporal, o en el peor de los casos permantente.

  Tragué saliva a duras debido a las duras palabras del doctor, aquello se sintió como si una lluvia de agujas golpeara mi corazón con rapidez. No quería olvidar a las personas que son importantes para mí, no quería olvidar todo lo que he vivido.

— Pero entonces ¿como fue que me reconoció?— cuestionó Akio.

— Ella es tu hermana, ambos comparten muchas cosas desde pequeños olvidarte seria difícil— explicó el doctor—. En cambio a las personas que no conoce de mucho tiempo están propensas a que ella las olvide, pero por favor trata de no presionarte para intentar recordar. Eso sería fatal.

— Lo haré.

— No estoy seguro pero, vamos a hacer varios estudios con respecto a tu situación.

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— Muy bien, ahora solo tienes que reposar en la cama como lo dijo él doctor— murmuró mi hermano menor, quien me había ayudado a transladarme hacia la cama de mi habitación, ya que aún necesitaba la ayuda de una silla de ruedas.

  Mis piernas dolían cada vez que las movía, debido a que el accidente que tenía había sido en ellas, debía de agradecer que aún seguía con vida después de todo. No podía dejar solo a la única familia que tenía.

  Antes de que él se diera media vuelta lo había detenido sosteniéndolo firmemente de su brazo, este mantuvo una mirada confusa debido a mi atrevimiento pero, algo dentro de mi me dejó con un gran remordimiento y muchas preguntas en mi cabeza, hasta no saber las respuestas podría dormir tranquilamente.

— Akio, dime algo ¿quien era ese chico del hospital?— le cuestionó de una forma curiosa, a lo que él solo se dedica a bajar la mirada con cierta angustia.

   Algo en su mirada me daba indicios de que había algo que no me había dicho y parecía meditar muy bien su respuesta.

— ¿Estas segura de no reconocerlo?— preguntó de improvisto, a lo que solo me dedique a asentir con la cabeza rápidamente.

— ¿Debería hacerlo?— él se dedico a negar la cabeza para dirigirse hacia mi cama, tomando asiento aún lado de mí—. ¿Es alguien importante para mí?

IMPERSONATOR ━━ hiroto kiyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora