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Despertó gracias a las lamidas de Nigou sobre su brazo; al parecer, ya era hora de levantarse. Tomó uno de sus uniformes y se encaminó al baño para tomar una ducha.

Al terminar con su baño caminó hasta la cocina para prepararse el desayuno. No tenía mucha hambre, por lo que pudo saciar su apetito con un tazón de cereal con leche.

Subió al baño y se cepilló los dientes; tomó su bolso junto con su ropa de entrenamiento y comenzó su camino a la escuela, tenía un poco de sueño, anoche le había costado dormir.

Y es que su imaginación no le dejaba tranquilo. Desde que le había contestado, no podía evitar preguntarse cómo sería Aomine-kun. Al llegar a las puertas de Seirin fue recibido por el calido brazo de Himuro Tatsuya. Su mejor amigo.

-Buenos días Tetsuya.-musitó tranquilo.

-Buenos días Tatsuya-kun.-devolvió el saludo monótono.

-Vamos~ No seas asi, somos amigos desde pequeños. Deja el "Kun".-pidió en vano. Tetsuya siempre accedía pero no hacía caso, pues cuando le nombraba el "kun" volvía a formar parte de su nombre.

-No puedo.-dijo tranquilo y acomodó el bolso que se le comenzaba a resbalar.

-Si puedes, pero no quieres. Eres malo conmigo.-dijo dramático al tiempo que le sacaba el bolso al peliceleste.-Deja que yo lo llevo.

-No me gusta que lleven mis cosas.-comentó sabiendo que el otro no le escuchaba.

-¿Dijiste algo?-preguntó volteando a ver a Tetsuya.

-No.-Negó posicionándose a un lado de Tatsuya.

Llegaron al salón de clases y se sentaron uno frente al otro. Himuro volteó hacia atrás encarando a Tetsuya.

-Te ves cansado ¿Dormiste bien?-pregunta preocupado.

-No, había mucho ruido.-dice, y ambos sueltan una risa.

-Después me dices.-dice por lo bajo y vuelve a mirar al frente, al tiempo que el profesor de Literatura hacía su aparición.

-Buenos días clase, hoy retomaremos la lectura de...- el profesor siguió hablando bajo la atenta mirada de ambos. Esa asignatura les resultaba sencilla, sin embargo, no querían perderse ni una palabra del docente.

Al terminar la clase ambos se dirigieron a la azotea para degustar sus almuerzos.

-¿Taiga-kun preparó tu almuerzo?-pregunta mirando al azabache.

-Sí, también preparó uno para ti, dijo que no es sano que solo comas huevos hervidos.-le regañó Tatsuya en nombre de su hermano al tiempo que extendía una caja con un delicioso almuerzo al peliceleste.

-Gracias.-tomó la caja que el azabache le ofrecía y comenzó a comer.-Taiga-kun cocina muy bien.

-Se pondrá muy feliz cuando oiga que alabaste su comida.-dice con una sonrisa y termina su almuerzo.- ¿Qué tal todo con "Aomine-kun"?- pregunto bajo la mirada del otro.

Tetsuya se removió en su lugar, sabía que Himuro le preguntaría por él, después de todo, no solía hacer muchos amigos, y el hecho de que consiguiera uno era extraño.

El día anterior el peliceleste había llegado a la preparatoria con una pequeña sonrisa en su rostro, y eso solo significaba una cosa; algo bueno le había pasado al menor. Tatsuya, al ser su mejor amigo no pudo evitar indagar sobre el tema, consiguiendo una detallada plática sobre como es que alguien a quien le gustaba el baloncesto le había contestado a un mensaje privado.

Tacet Caritate - AOKURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora