AMOR A CIEGAS

CAPITULO 36

-Gino: ¿Eres consciente de todo lo que pasaste por su culpa? ¿Qué tienes en la cabeza? Tienes a Angie contigo ahora. Espera y ella...

-Nicola: Lo sabe todo, Kim se encargó—dije apenado

-Gino: ¿Kim? Ya volvieron los cariñitos, que asco me dan enserio—dijo ya lo bastante molesto, y lo entiendo, él estuvo conmigo luego de que ella se fuera, lloré muchas veces delante de él, y ahora viene y me ve aquí con ella de lo más normal, no puedo decirle la verdad, lo conozco, no estaría de acuerdo

-Nicola: Yo lo sé, soy la peor persona del mundo por hacerle daño a Angie, y a mí

-Gino: Eso es lo que más me alegra, la pagarás siendo infeliz con esa mujer

-Nicola: Oye no quiero perder tu amistad, yo solo...prometo que estará bien, de verdad haré lo imposible

-Gino: No tengo ganas de hablar contigo ahora, voy a verla

Nicola: No irás, te conozco, ya la besaste una vez, ¿también lo harás ahora?

-Gino: ¿Y si lo hago qué? Tú ya estas con tu princesita—gritó empujándome no tan fuerte

-Nicola: ¡Gino! —él ya se había ido

-Kim: ¿Amor? —¿Qué es lo que hice? — ¿estás bien?

-Nicola: Si, si, no te preocupes

NARRA ANGIE:

Estaba como niñita sentada en la esquina del cuarto, las lágrimas no cesaban, odiaba sentirme así, odiaba no poder controlarlo, ¿Por qué te apareciste Porcella? ¿Por qué? ¿Por qué tuve que encontrar este trabajo precisamente?

¿Angie?—era Gino, abrí la puerta, note en su mirada la lástima que sentía por mí, era obvio que estaba enterado de todo, lo abracé.

-Gino: Lo siento pequeña, es un idiota

-Angie: Es tu amigo—dije separándome de el

-Gino: Es mi amigo idiota—reí—me alegro haber servido aunque sea como payaso

-Angie: No eres un payaso completo

-Gino: Eso se puede arreglar—salió del cuarto, y al rato volvió con una peluca y vestuario de payaso, ¿de dónde lo sacó?—Mi amigo idiota tenia esto, se lo puso para una actuación, dame 10 minutos y un poco de tu maquillaje—reí, esto no podía ser verdad, no era capaz de salir así, ¿cierto?

Me equivoqué, el señor puntualidad salió a los 10 minutos como todo un payaso, estallé de risa en el momento que habló, puedo jurar que estaba perdiendo dinero, este era su destino.

-Angie: No puedo creerlo, ¿enserio lo hiciste?—dije riendo

-Gino: ¿Y lo dudabas?

-Angie: Eres increíble, me siento bien de haber conocido al menos a una persona en esta casa que no me ha defraudado