CAPITULO 26:"Este va a ser un mes difícil"

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-Angie: Claro, tus palabras en serio me llegan a lo profundo de mi corazón—nótese el sarcasmo de esta mujer, señores.

-Nicola: Es cierto, escucha, cometí un error, debí decirle a mi mamá lo que pasa entre nosotros, pero no pude, no tengo una razón, simplemente no le dije, y cuando quise hacerlo ya fue tarde, enserio lo lamento.

-Angie: Déjalo Nicola, es obvio que tú nunca te haces problemas

-Nicola: Por ti si, y déjame decirte que estarás un mes conmigo, no te podrás salvar

-Angie: Si, no sé qué estaré pagando, pero me alegro que solo sea un mes

-Nicola: En un mes pueden suceder muchas cosas—reí

-Angie: Sueña

-Nicola: Llama a Yaco y dile que lo espero en media ahora

-Angie: ¿Quién me crees que soy para que me des órdenes?

-Nicola: La persona a la que mi mamá paga por trabajar y no quedarse ahí parada como me imagino que estás

-Angie: ¡Estúpido!

-Nicola: Yo también te quiero amorcito

-Angie: Idiota—me lanzó una almohada

-Nicola: Hey no se lucha así, es trampa, cariño

-Angie: Eres un estúpido, idiota, tarado, engreído, egoísta—gritaba mientras me golpeaba, ok, no conocía su lado rudo

-Nicola: Hey, cuidado a donde van dirigidos tus golpes, nos podemos quedar sin descendencia

-Angie: Tú te quedarás sin descendencia, estúpido—me seguía golpeando, ¿es que todo lo resuelve a golpes?

-Nicola: Pero si yo quiero una vida a tu lado, es mas ya pensé en los nombres de nuestros pequeños, si es mujer se puede llamar Maia, y si es hombre que tal si le ponemos...—otro golpe llegó

-Angie: Cállate, no hay futuro.

-Nicola: Como quieras preciosa, solo llama a Yaco, por favor

NARRA ANGIE:

Este va a ser un mes difícil y recién comienza

¿Yaco?, soy Angie, Nicola me pidió que vengas, te espera en media hora, no sé, ok, te veo luego. Colgué.

Me senté en uno de los muebles en silencio ya que Nicola estaba al frente mío, se había echado en uno más grande para dormir, no quería discutir ni hablar con él, así que preferí esperar a Yaco sin decir ni una palabra. A los 15 minutos sonó el timbre, justo a tiempo Yaco, ya me estaba empezando a quedar dormida.

Yaco: Que gusto verte cuñi, a los tiempos—me abrazó, JA, si supieras lo que hizo el idiota de tu amigo

AMOR A CIEGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora