[ Liquor lips! ] [ YoonSeok ] [ ThreeShot ] [ +18]

[ I ]

Las luces rojas y azules que iluminaban los alrededores junto al humo tal vez proveniente de las máquinas de ambientación o tal vez de los cigarrillos de los presentes nublaba la vista panorámica que tenía YoonGi desde su taburete en la barra.

La música lenta, ritmos electrónicos a alto volumen que hacían vibrar los altavoces y sus oídos le hacían sentir agradablemente abrumado. Sus pupilas dilatadas evidenciaban su estado, estaba bastante elevado, y lo más curioso era que ni siquiera él sabía qué se había metido, TaeHyung había dicho que eran "Caramelos" cuando los sacó des u bolsillo y los repartió entre NamJoon, JungKook, y él, todos echándose a la boca esa pequeña pastilla sin rechistar.

El sabor amargo y burbujeante que pasaba casi causando esa sensación tan placentera de quemazón iba por su garganta a cada que bebía de su vaso, la ebriedad aún no estaba presente, pero sus efectos potenciados por la droga en su sistema le hacía ciertas veces cerrar sus ojos y sentir su cabeza dar vueltas en el aire, escuchando la música lejana.

Había perdido de vista a sus amigos hacía ya bastantes tiempo, estaba solo ahí sentado, como un verdadero autista drogado, solo que con estilo, pues su atuendo indicaba que se creía un muchachito Punk, y ese tinte color menta desteñido y mal cuidado en su cabello daba el toque final a su apariencia, era lo único colorido en su facha toda negra en pantalones de cuero.

Estaba aburrido, lo único que disfrutaba era la música, y estaba comenzando a arrepentirse de haber aceptado esa idiota idea de probar colarse con identificaciones falsas a un club nocturno, sus supuestos amigos lo habían dejado tirado maldita sea, ¿Qué iba a hacer él solo ahí?

Iba a terminar por levantarse de ese taburete e ir a disfrutar de su estado "High" caminando por las calles y pateando piedras, pero entonces algo que lo hizo quedarse como embobado viendo a la pista de baile le detuvo.

Esas caderas se movían tan lentamente al ritmo de música, esa mezclilla se ceñía tan bien a esas piernas, las partes rasgadas hacían entre ver esa piel ligeramente morena, ese cabello rojo brillaba gracias a las luces de neón, pero lo que realmente le dejó prendado fueron esos labios, que sonreían a sus anchas con forma de corazón, esa sonrisa llena de dientes (Porque sí, YoonGi tenía fijaciones raras) era una mezcla entre adorable y seductora, y el gesto en su rostro de estar disfrutando tan solo por mover su cuerpo le daba un aspecto bastante atrayente.

YoonGi relamió sus labios resecos, y de pronto las ganas de irse desaparecieron.

En sus jóvenes 17 años, jamás había visto a alguien así, y jamás se había sentido así antes. Mucho menos por un chico, pero él no parecía ser el único que notaba esa brillante figura ahí, puesto que todas las miradas a su alrededor estaban puestas en él y en esa cintura que se veía gracias a la camiseta que intencionalmente estaba amarrada en un costado. Mierda. Tenía competencia.

Era un jodido perro callejero babeando, ¿Cómo iba a acercarse..? Pero sus pies parecían mandarse solos, y a pasi torpe, atarantado, casi tropezando ya lo hacían llegar hasta el tumulto de gente, moviéndose como un gusano en el piso.