The holiday || Fillie & Soah

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«Amor, un sentimiento tan lindo y doloroso a la vez.»

En algunas ocaciones, el amor que sentimos por una persona no es correspondido, pero nos aferramos tanto a ella que nos es imposible entender ese pequeño detalle. Ese era el caso de Millie Brown. Quien seguía perdidamente enamorada de su ex-novio. El problema, no solo se basaba en que el no sentía lo mismo por ella, sino que el había sido un completo estupido con ella y lo seguía siendo, pero, no podía dejar de amarlo.

En otras ocasiones, el amor se desvanece y, sin importar lo larga que haya sido tu relación, terminas siendo engañada por esa persona a la que tanto amabas. Ese era el caso de Sadie Sink. Quien había sido engañada por su prometido, a tan sólo unos meses de su boda. Y, llorar, no estaba entre sus opciones para desahogarse.

El amor resultaba ser una mierda para algunas personas.

[✰]

Cambridge, Inglaterra.
07 de Diciembre.
10:26 p.m.

La Navidad se aproximaba, cada vez a menos días de esta fecha tan linda para muchos. Y, junto con la Navidad, también se acercaban las vacaciones y quien más estaba emocionada por ello era Millie, por fin tendría un descanso en su trabajo. Amaba su trabajo, pero, a veces resultaba ser agotador y aún más si de vez en cuando tenía que hacer doble trabajo.

La puerta de su pequeña oficina fue tocada tres veces, para después ser abierta y encontrarse con Jackson, el ex-novio de la castaña. El chico entró con una sonrisa.

—¿Que no vienes? Todos están ahí afuera celebrando y tu estás aquí trabajando, te mereces un descanso, Brown.

—Y lo tendré, tendré un descanso de tres largas semanas. —Dice, despegando la vista de la pantalla de la computadora. —En seguida voy.

—Como quieras. —Sonrió.

El chico estaba a punto de cerrar la puerta, pero Millie lo detuvo.

—¡Espera!

—¿Si?

—Tengo... Tengo algo para ti.

Millie abrió uno de sus cajones y sacó un regalo que tenía para el chico. Lo tomó y se acercó a el.

—Se que aún no es Navidad, pero, no creo que nos veamos durante estas tres semanas, así que. —Le entregó el regalo. —Es para ti, ábrelo cuando me quieras.

—Gracias. —Permanece callado por unos segundos. —No tenía que traerte nada, ¿cierto?

—No, tranquilo.

—Que bueno, porque no lo hice. —Dijo, soltando un suspiro de alivio. —Bien, iré con los demás.

—Si, en un momento voy.

Jackson salió de la oficina de Millie, dejándola nuevamente sola. La chica soltó un suspiro, para después salir e ir con los demás.

Habían organizado una pequeña 'fiesta' en forma de despedida. Millie no eran muy fan de ellas, pero había aceptado ir, solo porque Jackson se lo había pedido. La castaña se perdió con la multitud, lo cierto era que Brown no tenía muchos amigos o personas con las que hablase, esa idea de hacer amistades en el trabajo, no le fascinaba, pero, hacía un intento. Comenzó a buscar a alguien con quien pudiese mantener una tranquila conversación, Jackson tal vez, pero no lo encontró. Antes de que pudiese continuar con su búsqueda, alguien tomó uno de los micrófonos y comenzó a hablar.